La secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel Rojas, advirtió que, aunque la pobreza y la desigualdad han disminuido en México durante los últimos años, los servicios de salud pública siguen siendo la única carencia social que ha crecido. Durante su participación en la reunión plenaria de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, subrayó que este ámbito representa un “espacio de mejora” urgente para la próxima administración.
Reducción de la pobreza: un avance con claros contrastes
De acuerdo con las cifras presentadas por Montiel, la pobreza en México pasó de afectar al 43.2% de la población en 2016 a 29.6% en 2024, lo que significa que 13.4 millones de personas dejaron de estar en situación de pobreza. Este avance se atribuye en parte a la recuperación económica pospandemia y a la implementación de programas sociales.
Actualmente, 42.3 millones de mexicanos se encuentran en una condición de “no pobres y no vulnerables”, mientras que 41.8 millones aún registran al menos una carencia en el acceso a sus derechos.
Sin embargo, el reto persiste: 31.5 millones de personas viven en pobreza moderada y 6.9 millones en pobreza extrema, lo que equivale a un 30% de la población nacional.
Salud: la deuda pendiente del bienestar social
El mayor desafío, según Montiel, se encuentra en el acceso a servicios de salud, una carencia que aumentó en los últimos años. Factores como la pandemia de COVID-19, la transición institucional tras la desaparición del Seguro Popular y la creación del INSABI (Instituto de Salud para el Bienestar) contribuyeron a las dificultades en la atención médica.
Aunque en 2022 comenzó una tendencia a la baja en esta carencia, todavía millones de mexicanos enfrentan problemas para acceder a consultas, medicinas o tratamientos especializados.
Montiel reconoció que este problema no puede ser minimizado:
“No debemos ser autocomplacientes, porque cometeríamos un error. Debemos seguir trabajando, como lo hace nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum”.
Desigualdad territorial: los estados más afectados
Los datos muestran que la pobreza se concentra en entidades específicas. Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Puebla encabezan la lista de estados con mayor porcentaje de su población en situación de pobreza.
Por su densidad poblacional, el Estado de México representa también un reto enorme, motivo por el cual se pondrá en marcha un Plan Integral de Justicia para la zona oriente de esa entidad.
El papel de los programas sociales
El gobierno actual ha impulsado nuevos esquemas de apoyo que han contribuido a mitigar la pobreza. Entre ellos destacan:
- Pensión Mujeres Bienestar (1 millón de beneficiarias).
- Programa de Salud Casa por Casa (13.7 millones de atenciones).
- Pensión para Personas con Discapacidad (1.6 millones de beneficiarios).
En total, 30.7 millones de personas reciben algún apoyo social, con una inversión superior a 955 mil millones de pesos.
Un desafío que crecerá con el envejecimiento poblacional
Montiel advirtió que el envejecimiento de la población mexicana presionará aún más al sistema de salud. Se proyecta que en pocos años, los adultos mayores superarán en número a los jóvenes, lo que aumentará la demanda de atención médica y pensiones.
En ese sentido, insistió en la necesidad de actuar de forma preventiva, fortaleciendo la infraestructura médica y fomentando estilos de vida saludables para evitar que el gasto público se vuelva insostenible.
Pobreza a la baja, salud en la mira
El balance presentado por la Secretaría de Bienestar muestra un avance importante en la reducción de la pobreza, pero también deja claro que el acceso a los servicios de salud es el gran pendiente de México. La próxima administración deberá enfrentar este reto con reformas estructurales, inversión en infraestructura y coordinación entre niveles de gobierno para garantizar que la salud deje de ser la única carencia social en aumento.


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