La madrugada del miércoles 13 de noviembre, después de una larga jornada que comenzó el martes 12, el Senado de la República aprobó, por mayoría, la reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). A pesar de las tensiones internas y las protestas de diversos sectores de la sociedad civil, la hija de la emblemática defensora de derechos humanos, Rosario Ibarra, continuará liderando la CNDH durante el periodo 2024-2029. Sin embargo, la decisión dejó al descubierto divisiones no solo dentro del oficialismo, sino también en la sociedad mexicana, entre quienes apoyan y critican su gestión al frente del organismo.
La votación maratónica y la división interna en el Senado
Desde el inicio de la jornada en el Senado, la reelección de Rosario Piedra fue un tema de debate intenso. La votación comenzó poco después del mediodía y, a pesar de varios recesos, no se alcanzaba consenso entre los legisladores de Morena y sus aliados, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT). Legisladores como Javier Corral se mostraron a favor de una renovación en la presidencia de la CNDH, pero finalmente, la mayoría del bloque oficialista optó por mantener a Piedra Ibarra.
Entre los rumores que circularon en las horas previas a la votación, se mencionó que Adán Augusto López Hernández, Secretario de Gobernación, habría intentado asegurar la victoria de Rosario Piedra entregando boletas ya marcadas en su favor. Sin embargo, los votos fueron finalmente mostrados de manera pública y transparente. Rosario Piedra Ibarra obtuvo 87 votos a favor, asegurando su continuidad en el cargo.
Críticas a la gestión de Rosario Piedra: ¿una presidencia fallida?
Uno de los puntos más criticados de la gestión de Rosario Piedra al frente de la CNDH ha sido su supuesta falta de acción ante violaciones graves a los derechos humanos. Diversos defensores de derechos humanos han señalado que durante su gestión, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos no emitió suficientes recomendaciones y se mostró favorable al gobierno en turno, lo que ha provocado un debilitamiento de la autonomía del organismo.
La organización “Centro Prodh” emitió un comunicado después de la votación, lamentando la reelección de Piedra y acusando a la CNDH de haber perdido su capacidad de respuesta y su rol crítico frente a las violaciones de derechos humanos. En sus redes sociales, expresaron que esta reelección premiaba una gestión caracterizada por la inacción y el debilitamiento institucional.
La posición de la sociedad civil y la falta de alternativas
La reelección de Rosario Piedra ha generado una respuesta negativa de parte de muchas organizaciones de la sociedad civil. Un grupo de defensores de derechos humanos, encabezado por el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia A.C. (IMDHD), mostró su desacuerdo con la decisión, calificando de “injustificable” la reelección y señalando que existían otras candidatas con un perfil más preparado y comprometido con las víctimas.
Un ejemplo de ello es Nashieli Ramírez, quien también fue candidata a la presidencia de la CNDH y es considerada por muchos como un perfil con mayor experiencia y sensibilidad hacia las necesidades de las víctimas de violaciones de derechos humanos.
Impacto en la agenda de derechos humanos en México
Con la reelección de Rosario Piedra Ibarra, muchos temen que se refuerce la idea de que la CNDH es un organismo subordinado al poder ejecutivo. La decisión también envía un mensaje ambiguo sobre el compromiso del gobierno de la Cuarta Transformación con los derechos humanos. Organizaciones como “Designaciones”, impulsado por Fundar y Article 19, denunciaron que esta reelección es un claro retroceso para la agenda de derechos humanos en México.
La controversia también ha puesto en la mira la importancia de fortalecer la autonomía de la CNDH y garantizar que su liderazgo se base en la capacidad de defender los derechos fundamentales sin subordinación política. De no ser así, la credibilidad del organismo podría verse aún más comprometida.
La importancia de la independencia de la CNDH
La elección de la CNDH debe basarse en la capacidad y la independencia de los candidatos para actuar en beneficio de las víctimas, no en la lealtad política o los intereses de un partido. En el contexto actual, en el que los derechos humanos en México siguen siendo vulnerados en diversos niveles, contar con una CNDH fuerte y autónoma resulta esencial para garantizar justicia y reparación a las víctimas de violaciones.
Aunque la elección de Rosario Piedra refleja un panorama de división política y social, también abre un debate importante sobre cómo deben ser los procesos de selección de los órganos encargados de defender los derechos humanos en el país. La transparencia y la rendición de cuentas en estos procesos son clave para la confianza de la ciudadanía en las instituciones.
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