Un caso de deportación irregular

La tarde de este domingo arribó a la Ciudad de México Jesús Muñoz Gutiérrez, el connacional que fue deportado por Estados Unidos el pasado 20 de mayo a Sudán del Sur, en un acto calificado como “arbitrario” por las autoridades mexicanas. Muñoz había concluido una sentencia de 25 años de prisión por asesinato, pero en lugar de ser repatriado directamente a su país de origen, fue enviado a un territorio con el que no tenía vínculo alguno.

Acciones diplomáticas para su regreso

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que, tras brindar apoyo consular y seguimiento puntual al caso, se concretó su regreso este domingo desde Juba, capital de Sudán del Sur.

El 5 de septiembre, el embajador de México en Etiopía, Alejandro Estivil, viajó personalmente a Juba para recibir al connacional y coordinar el inicio de su repatriación. Esta acción se dio en coordinación con la Dirección General de Protección Consular y Planeación Estratégica y la Dirección General de África y Medio Oriente, que durante meses mantuvieron comunicación al más alto nivel con las autoridades sudsudanesas.

Seguimiento al caso en el extranjero

De acuerdo con la SRE, el gobierno mexicano verificó en todo momento que Muñoz Gutiérrez se encontrara en buen estado de salud y que recibiera atención durante su proceso migratorio. Tras semanas de gestiones, se garantizó su traslado seguro de vuelta al país.

A su llegada al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), fue recibido por Vanessa Calva, directora general de Protección Consular y Planeación Estratégica, quien encabezó la recepción oficial.

Declaración de la cancillería

En un comunicado, la cancillería reiteró que la protección consular de las y los mexicanos en el extranjero, sin importar su estatus migratorio o el lugar en el que se encuentren, constituye la más alta prioridad de la política exterior de México.

Relevancia del caso

El episodio refleja la importancia de la diplomacia consular y la coordinación entre México y terceros países frente a situaciones de deportación irregular. La actuación de Estados Unidos en este caso ha generado cuestionamientos, pues la decisión de enviar a un mexicano a un país con el que no tenía relación previa fue considerada un acto inusual y arbitrario.

Con el regreso de Muñoz Gutiérrez, se da por concluido un proceso que evidenció los retos diplomáticos que enfrentan las autoridades mexicanas en la protección de connacionales en situaciones vulnerables alrededor del mundo.