Vidulfo Rosales Sierra, nacido en Totomixtlahuaca, Guerrero, es un referente en la defensa de los derechos humanos en México. Tras 24 años en el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, renunció dejando una huella indeleble en la lucha por los derechos de los pueblos indígenas y de los familiares de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014.
Rosales ha defendido a campesinos despojados de tierras, mujeres víctimas de tortura y comunidades indígenas, consolidándose como un abogado comprometido con los más vulnerables. Su cercanía con las víctimas del caso Iguala marcó su carrera y su visión ética del derecho.
Motivos de la renuncia y nuevos horizontes
En su carta de despedida, Rosales aseguró que su compromiso con los pueblos indígenas y Afromexicanos sigue intacto: “No puedo eludir mi deber de clase. Soy de una comunidad indígena enclavada en la Montaña de Guerrero, y toda mi vida he caminado a contracorriente por la miseria y marginación”.
Su próximo paso será colaborar con Hugo Aguilar Ortiz, primer ministro indígena electo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), donde continuará impulsando políticas y decisiones que protejan los derechos humanos y la justicia social.
Momentos clave en Tlachinollan
Rosales recordó las experiencias más impactantes: visitas a Ayotzinapa, traslados urgentes a Iguala tras la desaparición de los estudiantes y la defensa de Marco Antonio Suástegui Muñoz, defensor del agua herido de muerte.
“Me retiro de la primera línea de la lucha social con la frente en alto, pero seguiré desde otras trincheras exigiendo justicia y dignidad para los pueblos indígenas y Afromexicanos”, declaró.
Reconocimientos y agradecimientos
El abogado agradeció a Abel Barrera, director de Tlachinollan, y a diversas organizaciones sociales como CRAC-PC y CECOP, así como a los padres de los 43 normalistas, por sus enseñanzas y colaboración en la defensa de los derechos de comunidades marginadas.
Destacó la importancia de continuar la lucha por la educación pública, la protección del agua y la tierra, y la verdad y justicia para víctimas de desapariciones y otros crímenes en México.
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