Al cierre del 2024, la agenda legislativa de la Cuarta Transformación (4T) marcó un hito con 16 reformas constitucionales en tan solo 105 días. Estas enmiendas han desatado un intenso debate público, evidenciando las posturas opuestas entre quienes las consideran necesarias para el progreso del país y quienes critican su rapidez y alcance.
Sin embargo, es importante analizar estas reformas en su contexto histórico y jurídico, contrastándolas con las modificaciones realizadas durante el periodo neoliberal, para comprender su impacto real en la vida de las y los mexicanos.
¿Por qué tantas reformas en tan poco tiempo?
México cuenta con una Constitución flexible que permite adecuaciones según las necesidades del momento. En comparación, la Constitución de Estados Unidos ha tenido solo ocho enmiendas en 100 años debido a su rigidez jurídica basada en el common law.
En contraste, la tradición jurídica mexicana de raíz romana se apoya en codificaciones legislativas, lo que explica la frecuencia de reformas en nuestro país.
Período neoliberal vs. 4T: ¿Quién ha reformado más la Constitución?
Contrario a lo que sugieren algunos críticos, el periodo neoliberal (1982-2018) fue la era de mayor actividad legislativa en términos constitucionales. Durante esos años, se realizaron 496 modificaciones a la Carta Magna, muchas de ellas consideradas regresivas por reducir derechos sociales y favorecer la privatización de bienes nacionales.
En cambio, en los cinco años de la 4T, se han aprobado 129 reformas, orientadas principalmente a:
- Ampliar derechos sociales.
- Proteger recursos nacionales.
- Fortalecer la soberanía.
Impacto de las reformas de la 4T en la vida cotidiana
Las reformas recientes tienen un enfoque progresista que busca ampliar derechos y reducir desigualdades. Entre los avances más significativos destacan:
- Programas sociales constitucionalizados: pensiones para adultos mayores, becas para estudiantes y apoyos a personas con discapacidad.
- Reformas laborales: priorización del salario digno, reducción de la jornada laboral y fortalecimiento de los derechos de los trabajadores.
- Protección ambiental: reconocimiento del derecho humano al agua y acciones legales para frenar el saqueo de recursos naturales.
- Empoderamiento de las comunidades indígenas: inclusión de sus derechos históricos en la Constitución.
Legitimidad del Poder Constituyente de la 4T
Un aspecto clave es la legitimidad democrática del gobierno de la 4T, en contraste con las administraciones neoliberales marcadas por acusaciones de fraude electoral en 1988 y 2006. La actual administración cuenta con un mandato claro otorgado por el voto popular, lo que refuerza la autoridad del Congreso para impulsar estas transformaciones.
¿Qué sigue para la agenda legislativa de la 4T?
Con el inicio del 2025, se espera que las reformas continúen avanzando. Entre los temas prioritarios destacan:
- La reforma judicial que permitirá la elección democrática de jueces y magistrados.
- Consolidar la protección de bienes nacionales y recursos estratégicos frente a presiones externas.
- Avanzar en la paridad de género en todos los niveles de gobierno.
Estas reformas no solo buscan modernizar al país, sino también responder a las demandas históricas de justicia social.
Conclusión: Las reformas como motor del cambio social
La agenda reformista de la 4T refleja un compromiso con el fortalecimiento de los derechos sociales y la soberanía nacional. Aunque enfrenta críticas y desafíos, es innegable que estas modificaciones buscan transformar las estructuras heredadas del periodo neoliberal en favor de un modelo más justo y equitativo.
Para las y los mexicanos, este es un momento histórico donde las leyes no solo se escriben, sino que empiezan a vivirse.
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