El inicio de la Sexagésima Sexta Legislatura del Congreso de la Unión ha marcado un episodio alarmante en la historia política de México. La sumisión del Poder Legislativo ante el Ejecutivo es total, y la llamada “reforma al Poder Judicial” impulsada por Morena es una amenaza frontal contra la independencia de jueces y magistrados.
Un golpe directo a la independencia del Poder Judicial
Desde su concepción, esta reforma ha sido rechazada por amplios sectores de la sociedad, desde estudiantes y académicos hasta empresarios y organizaciones internacionales. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha sido el principal objetivo del gobierno, y el nuevo modelo de selección de jueces y magistrados no deja duda: se busca un control absoluto del sistema de justicia.
Las manifestaciones en contra de la reforma han crecido en todo el país. Trabajadores del Poder Judicial, universidades y organismos internacionales han advertido sobre los riesgos de una justicia sometida a los intereses del Ejecutivo. Incluso, cámaras empresariales de Estados Unidos y Canadá han expresado su preocupación, señalando que esta reforma pone en riesgo la confianza en México como destino de inversión.
El escandaloso método de selección: la tómbola judicial
Uno de los aspectos más polémicos de la reforma es la manera en la que serán designados los jueces y magistrados: mediante una tómbola.
Sí, en lugar de un proceso basado en mérito, capacidad y experiencia, Morena ha decidido que los nombres de los futuros impartidores de justicia se elijan al azar, con la excusa de democratizar el sistema.
Esta decisión ha sido criticada incluso dentro del propio sistema de justicia. El pasado 27 de enero, los integrantes del Comité de Evaluación del Poder Judicial presentaron su renuncia irrevocable, argumentando que el proceso carece de legalidad y transparencia.
Si bien la propuesta ha sido presentada como una medida para evitar el nepotismo y la corrupción en el Poder Judicial, lo cierto es que el nuevo esquema abre la puerta a la infiltración del crimen organizado, tal como han señalado organismos como la Relatoría de la ONU sobre la Independencia Judicial.
Un peligroso precedente: la manipulación de la justicia
La imposición de esta reforma no es un hecho aislado. Forma parte de una estrategia más amplia para consolidar el poder de Morena y eliminar cualquier contrapeso al Ejecutivo.
Acción Nacional ha advertido en múltiples ocasiones que esta reforma no busca mejorar la justicia en México, sino garantizar que los jueces respondan a los intereses del gobierno.
Las preguntas que debemos hacernos son:
- ¿Qué garantías tendrán los ciudadanos de que los jueces actuarán con imparcialidad si su cargo depende de la voluntad del Ejecutivo?
- ¿Cómo se protegerá el derecho a un juicio justo si los magistrados no tienen autonomía?
- ¿Qué significa para México que el crimen organizado pueda influir en la selección de jueces?
El silencio de Morena y el avance de la reforma
A pesar del rechazo generalizado, Morena ha decidido seguir adelante con la reforma, ignorando cualquier crítica o señal de alerta. El Senado, dominado por el partido en el poder y sus aliados, ha respaldado el nuevo sistema, dejando en claro que el objetivo es someter por completo al Poder Judicial. En este contexto, la lucha por la independencia judicial no ha terminado. La ciudadanía ha comenzado a movilizarse, y las protestas seguirán creciendo en los próximos meses. El futuro de la justicia en México está en juego, y la resistencia a esta reforma será clave para evitar que el país caiga en un sistema de justicia manipulado y autoritario.
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