El origen de la Reforma al Poder Judicial, impulsada durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, no está en un análisis profundo ni en una búsqueda de mejora estructural. Fue una respuesta a desacuerdos con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), cuando los ministros invalidaron varias propuestas presidenciales:
- Ampliación del mandato de Arturo Zaldívar: Un intento fallido de extender el periodo del expresidente de la SCJN.
- Traspaso de la Guardia Nacional a la SEDENA: Invalidad por violar el artículo 21 de la Constitución.
- Reformas a la Ley Eléctrica y Político Electoral: Rechazadas por irregularidades en el proceso legislativo.
Estas tensiones derivaron en una reforma apresurada, con vacíos legales y logísticos, que busca transformar profundamente el Poder Judicial, pero que ha dejado más preguntas que respuestas.
Los puntos débiles de la reforma
Falta de consenso: No se consultó a las partes involucradas, como jueces, abogados, universidades o expertos en justicia.
Impacto presupuestal incierto: No se realizó un estudio claro sobre los costos de implementación ni sobre las elecciones populares de jueces.
Visión incompleta: Se priorizó la retórica política sobre la creación de un sistema integral que combata la impunidad y mejore el acceso a la justicia.
¿Es posible rescatar esta reforma?
Aunque la reforma ha sido ampliamente criticada, también representa una oportunidad única para transformar el Sistema de Seguridad y Justicia en México. Pero esto solo será posible con una visión integral y participación activa de la sociedad.
Hacia un Nuevo Poder Judicial: propuestas para un cambio real
Elección popular de jueces: ¿Legitimidad o populismo?: El voto popular podría otorgar mayor legitimidad política al Poder Judicial, siempre que los candidatos sean verdaderos profesionales del derecho.
Profesionalización de la justicia
El sistema judicial debe enfocarse en:
- Capacitar a jueces y fiscales.
- Mejorar la investigación criminal.
- Utilizar tecnología y datos para agilizar procesos judiciales.
Reformar el Sistema de Seguridad Pública
La seguridad no debe depender únicamente de militares. Es fundamental fortalecer:
- Policías municipales y estatales: Con formación especializada y salarios dignos.
- Fiscalías: Regresar su control al Ejecutivo para garantizar su funcionamiento.
Revisión de los penales
Es imperativo que los centros de readaptación social no sigan siendo “universidades del crimen”. Esto requiere:
- Programas de rehabilitación efectivos.
- Monitoreo constante para evitar redes de delincuencia interna.
El papel de la sociedad y las universidades
La participación ciudadana y académica será clave para convertir esta reforma en un proyecto virtuoso.
- Sociedad: Exigir transparencia y resultados.
- Universidades: Contribuir con estudios, propuestas y formación de futuros jueces y fiscales.
Oportunidades y desafíos del momento actual
Aunque la reforma fue producto de desacuerdos políticos, abre la posibilidad de crear un Poder Judicial más eficiente, transparente y legítimo. Esto requerirá:
- Un enfoque sistémico que integre la justicia y la seguridad.
- Participación activa de expertos en la construcción de soluciones.
- Evitar la improvisación y garantizar que las decisiones sean basadas en evidencia.
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