En un contexto de creciente preocupación por los efectos del cambio climático y la intensificación de fenómenos naturales en México, el diputado Arturo Yáñez del Partido Revolucionario Institucional (PRI) propuso una reforma a la Ley General de Protección Civil para crear un programa federal destinado a enfrentar los desastres naturales. La propuesta surge como respuesta a la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), un mecanismo crucial para la atención inmediata de emergencias, y que dejó un vacío en la capacidad del gobierno federal para ofrecer apoyo ágil y suficiente a las zonas afectadas.
El Fonden, que anteriormente garantizaba recursos rápidos para la reconstrucción y rehabilitación de áreas devastadas por huracanes, sismos u otros fenómenos naturales, ha sido reemplazado por un sistema que depende de los recursos ordinarios del presupuesto federal. Esta transición ha mostrado ser insuficiente, lo que ha agudizado las brechas de desigualdad, especialmente en las comunidades más vulnerables que no reciben la ayuda que requieren de manera oportuna.
La importancia de un programa federal ante desastres naturales
El diputado Yáñez explicó que, sin un fondo específico para desastres, las familias más necesitadas, que a menudo se encuentran en regiones alejadas o rurales, no tienen acceso a los recursos necesarios para enfrentar las devastaciones. Las comunidades que ya padecen pobreza se ven aún más afectadas cuando las ayudas llegan tarde, o no llegan en absoluto, lo que incrementa su sufrimiento y profundiza la desigualdad social.
En su propuesta, Yáñez resalta que el nuevo programa deberá garantizar la suficiencia de recursos en el Presupuesto de Egresos de la Federación para enfrentar emergencias de forma preventiva, rápida y eficiente. Esto incluye apoyos directos a las familias afectadas, así como la reconstrucción de infraestructura crítica como escuelas, hospitales, carreteras y puentes, que muchas veces son los más afectados por los desastres naturales.
Las brechas de desigualdad y la importancia de la atención temprana
Uno de los puntos clave de la propuesta del PRI es que la atención a los desastres no debe ser un proceso reactivo, sino preventivo. La falta de un fondo específico como el Fonden ha hecho que el gobierno federal dependa de recursos ordinarios, lo que dificulta la respuesta rápida. A menudo, los gobiernos locales no tienen los recursos suficientes para hacer frente a los efectos de un desastre, y las familias más vulnerables, como las de zonas rurales o marginadas, son las que sufren las consecuencias.
El diputado Yáñez destacó que la atención temprana no solo se refiere a la reconstrucción física, sino también a los apoyos sociales, como la entrega de alimentos, medicamentos, y la creación de refugios para quienes pierden sus hogares. Sin un programa federal bien estructurado y con suficientes recursos, las brechas de desigualdad entre las áreas urbanas y rurales seguirán profundizándose.
La respuesta del gobierno federal y la necesidad de cambios estructurales
A lo largo de los últimos años, el gobierno de México ha intentado cubrir la falta del Fonden mediante otros mecanismos, como el uso de recursos del presupuesto federal ordinario. Sin embargo, estas medidas han mostrado ser inadecuadas para abordar la magnitud de los desastres que han afectado al país, como los sismos de 2017 o los huracanes más recientes. Este sistema improvisado no ha logrado satisfacer las necesidades de las comunidades devastadas, dejando a muchas familias sin apoyo en momentos críticos.
En este sentido, Yáñez subraya que el nuevo programa federal debe estar dotado de mecanismos ágiles y eficaces para brindar ayuda rápida y suficiente a las víctimas de desastres, de manera que no se repita el fracaso del sistema actual. Además, debe incluir un sistema de reconstrucción integral que contemple tanto la infraestructura como los servicios básicos esenciales para la vida de las personas.
Los desafíos para la reforma propuesta
Una de las principales dificultades para la implementación de este programa será garantizar que los recursos sean suficientes y que realmente lleguen a quienes más los necesitan. El presupuesto federal ya enfrenta grandes desafíos, y el PRI ha señalado que, para que este programa funcione, será necesario que el Ejecutivo Federal priorice la atención de desastres dentro de su proyecto de presupuesto anual.
Sin embargo, esta propuesta no solo apunta a una mejor distribución de los recursos, sino a una visión más integral de la protección civil en México, en la que los esfuerzos para prevenir desastres y mitigar sus efectos sean parte de una estrategia nacional más amplia.
Un futuro incierto: la urgencia de actuar
El cambio climático está alterando los patrones climáticos y geológicos del planeta, y México no es ajeno a estos efectos. Cada vez es más urgente contar con un sistema que permita una respuesta rápida y eficiente ante la magnitud de los desastres naturales, no solo para salvar vidas, sino también para reducir las desigualdades económicas y sociales.
La propuesta del PRI para reformar la Ley General de Protección Civil es una oportunidad para revisar y ajustar las políticas públicas en materia de desastres naturales, y para garantizar que no haya ciudadanos de primera y segunda clase cuando se trate de recibir ayuda en tiempos de crisis. La creación de un fondo como el Fonden, con la suficiencia de recursos y los mecanismos adecuados, es el primer paso para un país más justo y resiliente frente a los desastres naturales.
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