La Reforma Judicial: un cambio inevitable en la Cuarta Transformación
La Reforma Judicial, recientemente aprobada, no fue un plan inicial en la agenda de la Cuarta Transformación, pero las circunstancias la hicieron inevitable. Este cambio profundo busca transformar un Poder Judicial que, por años, ha sido percibido como un baluarte de privilegios y un freno a los cambios estructurales en México.
Desde el comienzo de la 4T, la relación con el Poder Judicial ha sido un camino lleno de desafíos. Al principio, solo se pedía cumplir con algo sencillo y justo: que ningún integrante del poder público ganara más que el presidente de la República. Sin embargo, la negativa fue rotunda, aun cuando esta disposición está claramente plasmada en la Constitución.
El detonante: un Poder Judicial que frena los cambios
Más allá del rechazo al tope salarial, los jueces, magistrados y ministros comenzaron a bloquear reformas clave. Estas leyes, orientadas a fortalecer la soberanía energética, garantizar la rectoría del Estado en la economía y democratizar la vida electoral, fueron declaradas inconstitucionales sin argumentos sólidos.
El punto álgido llegó cuando incluso las y los ministros designados en el marco de la 4T se sumaron al bloque conservador, bloqueando leyes que beneficiaban a la mayoría. Este cambio de postura, en el que sus nuevas posiciones y privilegios parecían haber moldeado sus convicciones, dejó claro que el sistema judicial necesitaba una transformación radical.
El papel de la oposición en el bloqueo de reformas
La resistencia no solo vino del Poder Judicial. La oposición política en el Congreso fue un obstáculo constante. En la legislatura pasada, se negó sistemáticamente a aprobar reformas constitucionales que habrían consolidado los avances en materia de soberanía energética y electoral.
La suma de estos bloqueos—tanto judiciales como legislativos—convenció al movimiento de la 4T de que era necesaria una reforma que transformara profundamente al Poder Judicial.
¿Qué propone la Reforma Judicial?
- Abolición de privilegios: Se eliminarán los excesos salariales y prestaciones desproporcionadas en todos los niveles del Poder Judicial.
- Renovación integral: Nuevas figuras judiciales serán elegidas mediante un proceso democrático, permitiendo la entrada de perfiles comprometidos con la transformación del país.
- Fortalecimiento de la soberanía: Las decisiones judiciales deberán alinearse con los principios de justicia social y bienestar colectivo, priorizando el interés nacional.
El Plan C: el respaldo del pueblo a la transformación
La Reforma Judicial no solo es un mandato del gobierno; es también una exigencia popular. El Plan C, respaldado en las urnas, refleja el deseo de un México más justo.
La renovación del Poder Judicial es clave para garantizar que las leyes aprobadas democráticamente no sean bloqueadas por intereses de élite. Además, busca devolverle al pueblo la confianza en un sistema que debe estar al servicio de la justicia, no de los privilegios.
Un México sin privilegios
La Reforma Judicial es un paso firme hacia la consolidación de la Cuarta Transformación. Enfrenta resistencias, sí, pero también cuenta con el respaldo de millones de mexicanos que sueñan con un país más equitativo.
El reto ahora será implementar estas reformas con transparencia y eficiencia, asegurando que el Poder Judicial esté al servicio del pueblo y no de unos cuantos.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR