La creciente tensión diplomática entre Perú y México

Perú, México y su disputa por el asilo diplomático concedido a Betssy Chávez, ex primera ministra del gobierno de Pedro Castillo, ha escalado a un nuevo nivel. El canciller peruano Hugo de Zela anunció que el próximo miércoles 3 de diciembre viajará a la sede de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en Washington, para exponer la posición oficial del Gobierno peruano ante el caso, que ha provocado una ruptura diplomática con México.

De Zela afirmó que su presentación será a las 10:00 am y que buscará aclarar la postura del Estado peruano respecto al asilo otorgado por México a Chávez, quien permanece dentro de la Embajada mexicana en Lima desde el 3 de noviembre, luego de solicitar protección al enfrentar un proceso judicial por su presunta participación como coautora del intento de golpe de Estado encabezado por el expresidente Pedro Castillo en diciembre de 2022.

Condenas recientes y el impacto en el conflicto diplomático

El conflicto se intensificó un día antes del anuncio del canciller, cuando tanto Betssy Chávez como Pedro Castillo fueron condenados a 15 años y cinco meses de cárcel por el delito de conspiración para rebelión. Pese a este fallo, el Gobierno peruano sostiene que la condena no afecta la situación jurídica del asilo, ya que la exprimera ministra continúa siendo considerada una solicitante dentro de territorio diplomático mexicano.

“El hecho de que Betssy Chávez haya sido ya condenada no altera en nada su situación”, afirmó de Zela. Según el canciller, la posición de Perú seguirá firme y la exprimera ministra continuará sin posibilidad de abandonar la sede diplomática mientras no exista un salvoconducto, documento que el Gobierno peruano ha rechazado conceder.

México defiende el asilo; Perú acusa uso “ideológico”

La Cancillería mexicana otorgó asilo a Chávez tras evaluar su caso y declarar que se trataba de una perseguida política, mientras que Lima sostiene que dicha evaluación constituye una interpretación incorrecta de la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático. Para Perú, México está utilizando la figura del asilo con fines “ideológicos”, una acusación que incrementó las tensiones bilaterales a niveles sin precedentes recientes.

Desde noviembre, el Gobierno peruano ha insistido en que México incurre en un uso “equivocado y politizado” del asilo, argumentando que Chávez enfrenta procesos judiciales por delitos comunes y no por persecución política. México, por su parte, sostiene que la situación judicial de la exprimera ministra está influenciada por la crisis política que se desató tras la caída del gobierno de Castillo.

Ruptura diplomática y estancamiento del caso

El asilo de Betssy Chávez provocó que Perú rompiera relaciones diplomáticas con México, manteniendo únicamente un vínculo de carácter administrativo. El desacuerdo ha dejado a Chávez en un limbo jurídico: protegida por el asilo, pero sin posibilidades reales de salir del país debido a la negativa del Gobierno peruano de otorgar el salvoconducto.

La exprimera ministra permanece en la Embajada de México desde hace casi un mes, sin autorización para trasladarse a territorio mexicano. Su situación se ha convertido en uno de los puntos más delicados de la agenda internacional de Perú, que considera que aceptar la salida de Chávez implicaría validar el uso inadecuado de la figura de asilo.

Lo que Perú llevará ante la OEA

La presentación de Hugo de Zela ante la OEA buscará explicar por qué el Gobierno peruano considera que México ha incumplido la normativa internacional sobre asilo diplomático. Según el canciller, el Estado peruano defenderá que:

• El asilo no debe otorgarse a personas procesadas por delitos comunes, como los relacionados con el intento de golpe.
• La condena judicial reafirma la legalidad del proceso peruano, no una persecución política.
• El salvoconducto no puede ser emitido, ya que facilitaría la fuga de una persona condenada por un delito grave.

Perú espera que la OEA brinde un espacio de discusión y análisis, aunque no se prevé una resolución inmediata ni vinculante. Sin embargo, la comparecencia marcará un nuevo capítulo en este conflicto diplomático que sigue escalando.

Un conflicto que podría prolongarse

La situación de Betssy Chávez podría prolongarse durante meses, e incluso años, si no se alcanza un acuerdo entre ambos países. El caso recuerda otros episodios en América Latina donde personajes políticos permanecieron largos periodos dentro de embajadas para evitar procesos judiciales locales.

Mientras Perú insiste en que la justicia debe prevalecer, México mantiene su compromiso con la protección diplomática. Por ahora, ninguna de las partes parece dispuesta a ceder, y la intervención de la OEA podría convertirse en un punto clave, aunque no definitivo, en la búsqueda de una salida.