Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado de México y férreo crítico del “imperialismo yanqui”, ha tenido múltiples inconvenientes al ingresar a Estados Unidos. En su último viaje en diciembre de 2023, se quejó de los filtros de seguridad y reveló que fue retenido en una oficina de Migración, donde agentes le preguntaron sobre los motivos de su visita.
Su malestar con las medidas de seguridad no es nuevo. Cada vez que el senador presenta su pasaporte mexicano, es escoltado a una sala de interrogatorio antes de que se le permita continuar su viaje. Esta situación, según él, ha sido constante en los últimos meses.
Pero, ¿por qué Estados Unidos somete a Noroña a estos protocolos especiales?
Las visitas de Noroña a EE.UU. y su estrategia política
Desde que asumió la presidencia del Senado, Fernández Noroña ha reforzado su presencia en comunidades de migrantes mexicanos en EE.UU. con miras a su futuro político. Ha visitado ciudades clave como:
- Los Ángeles (octubre de 2023): organizó eventos proselitistas con migrantes en la Plaza Olvera.
- Nueva York (agosto de 2023): sostuvo reuniones con comunidades mexicanas y apareció en actos con una figura de cartón de López Obrador.
- Chicago (diciembre de 2023): se reunió con migrantes y con el alcalde Brandon Johnson.
Estas giras buscan consolidar su imagen de liderazgo dentro del obradorismo y posicionarlo como un posible candidato presidencial en 2030.
Sin embargo, su historial político y su cercanía con ciertos grupos han generado desconfianza en el gobierno de Estados Unidos.
¿Por qué EE.UU. tiene a Noroña bajo vigilancia?
La respuesta parece estar en 2022, cuando Noroña y otros legisladores mexicanos formaron el Grupo de Amistad México-Rusia, justo después de la invasión rusa a Ucrania. En abril de ese año, se reunió con el embajador ruso Víctor Koronelli, lo que desató críticas internacionales.
Como resultado, el congresista texano Víctor González solicitó a las autoridades estadounidenses la cancelación de visas para Noroña y otros legisladores mexicanos simpatizantes de Rusia. Aunque su petición no fue aprobada por el Departamento de Estado, sí derivó en un escrutinio más riguroso contra Noroña.
Desde entonces, el senador aparece en una lista especial del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), lo que implica controles más estrictos cada vez que ingresa a EE.UU.
Las tensiones entre Noroña y EE.UU.: de los insultos a la vigilancia migratoria
Noroña no se quedó callado ante la presión estadounidense. En respuesta a González, publicó un video en redes sociales llamándolo “subnormal” y acusándolo de ignorancia. Pero la disputa no terminó ahí.
Poco después, el congresista estadounidense fue blanco de ataques en redes sociales, algunos de los cuales fueron identificados como provenientes de cuentas automatizadas. González denunció acoso y solicitó que se investigara el origen de la campaña digital en su contra.
Finalmente, aunque Noroña conservó su visa, sus entradas a EE.UU. se convirtieron en un proceso incómodo y burocrático que ahora denuncia públicamente.
¿Víctima de persecución o consecuencia de sus acciones?
Fernández Noroña ha construido su imagen política a partir del discurso antiestadounidense. Pero, irónicamente, ha viajado con frecuencia a EE.UU. para consolidar su proyecto político.
Sus problemas con la seguridad estadounidense han pasado de ser un simple trámite molesto a un punto de fricción diplomática.
La gran pregunta es: ¿seguirá enfrentando estas restricciones en sus futuras visitas o buscará un acercamiento con Washington para suavizar su imagen?
El tiempo dirá si esta situación afecta sus aspiraciones dentro del obradorismo y si Estados Unidos mantiene su vigilancia sobre él.
¡Únete a nuestro canal de Telegram! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR