Una presidencia marcada por la confrontación
Norma Piña, la primera mujer en presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), finaliza su mandato en medio de elogios y cuestionamientos. En una entrevista reciente para la revista Nexos, realizada por el investigador Juan Jesús Garza Onofre, Piña reflexionó sobre su paso por la Corte, subrayando su compromiso con la Constitución y la independencia judicial, aunque reconoció los desafíos de haber liderado en un periodo de alta polarización política.
El choque con López Obrador y su repercusión histórica
Uno de los momentos más simbólicos de su presidencia ocurrió en 2021, durante la conmemoración de la Constitución en Querétaro, cuando Piña permaneció sentada mientras el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador ingresaba al recinto. Este gesto, que para sus críticos marcó una «falta de respeto», según Piña, representó su autonomía frente al Ejecutivo.
En la entrevista, Norma Piña aseguró tener «la conciencia tranquila» respecto a ese y otros actos, como sus fallos contra iniciativas clave de la administración de la 4T:
- La militarización de la Guardia Nacional.
- El Plan B electoral.
- La invalidez de clasificaciones de seguridad nacional.
Piña argumentó que estas decisiones reflejaron su compromiso con la Constitución, aunque reconoció que las críticas comenzaron tras dichos fallos adversos.
El Encuentro Nacional y una “contrapropuesta” fallida
Para contrarrestar las críticas y desarrollar una visión alternativa, la SCJN organizó el «Encuentro Nacional por una Agenda de Seguridad y Justicia». El objetivo era recabar las opiniones de ciudadanos y expertos para construir una reforma judicial propia.
Sin embargo, el proceso, liderado por Garza Onofre, quien además realizó la entrevista, ha sido objeto de severas críticas:
- Retrasos injustificados:
- La recopilación de propuestas debía culminar en junio de 2023, pero se entregó hasta septiembre, cuando la reforma judicial ya había sido aprobada por el Congreso.
- Falta de impacto:
- El documento final se percibió como un resumen compilatorio y no como una contrapropuesta sólida.
- Conflicto de interés:
- Fuentes internas cuestionaron por qué la tarea se asignó a Garza Onofre, amigo personal de Piña, en lugar de utilizar al personal del Poder Judicial.
Esta situación generó dudas sobre la eficiencia del liderazgo de Piña, quien, según ministros cercanos, perdió la oportunidad de posicionar al Poder Judicial como un contrapeso efectivo ante la narrativa oficialista.
¿Falta de habilidad política o integridad institucional?
Una de las críticas recurrentes hacia Norma Piña fue su supuesta falta de habilidad política para defender al Poder Judicial. Piña respondió categóricamente:
«Muchos entienden por política judicial darle línea a jueces y magistrados. Eso nunca lo he hecho ni lo haré.»
Si bien su postura refuerza la idea de un Poder Judicial independiente, sus detractores consideran que esta actitud rígida dificultó el diálogo con el Ejecutivo y las mayorías legislativas.
¿Autonomía o aislamiento?
El liderazgo de Piña también generó controversias por su cercanía con opositores como Alejandro Moreno, líder del PRI. Este acercamiento, según sus críticos, debilitó la imagen de imparcialidad de la Corte. Por otro lado, Piña negó haber buscado alianzas políticas, enfatizando que su único interés era proteger la Constitución.
Un legado en construcción
A pesar de los cuestionamientos, la presidencia de Norma Piña marcó un momento histórico para la SCJN y el país. Su mandato dejó claros desafíos:
- El debilitamiento institucional:
- La reforma judicial aprobada por Morena transformó significativamente la estructura y operación del Poder Judicial.
- El reto de la narrativa:
- La falta de una respuesta oportuna al “Plan C” de López Obrador evidenció un vacío en la estrategia comunicativa de la Corte.
- La polarización política:
- Las tensiones entre el Poder Judicial y el Ejecutivo intensificaron la percepción de un enfrentamiento irreconciliable.
¿Qué sigue para la SCJN?
Norma Piña concluye su mandato con un legado complejo. Por un lado, su independencia y compromiso con la Constitución son innegables. Por otro, su estrategia frente a la reforma judicial y las tensiones políticas ha dejado dudas sobre si pudo hacer más para proteger al Poder Judicial.
En su prometido libro de memorias, Piña tendrá la oportunidad de ofrecer su versión completa de los hechos. Sin embargo, la historia no solo la juzgará por su defensa de la Constitución, sino también por su capacidad para enfrentar los desafíos políticos de su tiempo.
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