En medio de tensiones internas y debates en la bancada de Morena, el partido en el poder y sus aliados han decidido respaldar la reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Este acuerdo, que se consolidó en una reunión clave de los líderes parlamentarios, representa un giro importante en el escenario político y refleja una decisión estratégica que ha sido calificada como una «decisión de Estado». La confirmación de este respaldo se dio a conocer en el marco de la reunión plenaria del grupo parlamentario de Morena en el Senado.
El apoyo de Morena y sus aliados es un mensaje claro sobre la estabilidad de la 4T (Cuarta Transformación), y también subraya la importancia que tiene la CNDH como un pilar dentro de la agenda del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Aunque inicialmente había resistencias dentro de la propia bancada de Morena, finalmente se logró un consenso en favor de la reelección de Piedra Ibarra, quien ha estado al frente de la Comisión desde 2019.
El dilema dentro de Morena: Resistencia interna vs. decisión de Estado
El camino hacia la reelección de Rosario Piedra no fue fácil. De hecho, muchos legisladores de Morena se habían mostrado en contra de su permanencia al frente de la CNDH, debido a diversos cuestionamientos sobre su desempeño durante su primer periodo. No obstante, a medida que las discusiones fueron avanzando, los liderazgos dentro de Morena comenzaron a considerar la reelección como una decisión de Estado que, más allá de las objeciones internas, garantizaba la continuidad de la política del gobierno en la CNDH.
El argumento que prevaleció entre los líderes morenistas fue que la reelección de Rosario Piedra aseguraba la fortaleza de la CNDH bajo una administración que, a su juicio, ha sido leal a los principios de la 4T. Este respaldo se entendió también como una estrategia para mantener el control de las instituciones autónomas y garantizar que la defensa de los derechos humanos siga alineada con las políticas gubernamentales.
“Humo blanco” y la votación unificada de Morena
El senador Saúl Monreal, uno de los principales voceros de la bancada, fue quien dio la noticia de que ya se había alcanzado un acuerdo dentro de Morena y sus aliados para apoyar la reelección de Rosario Piedra. En una entrevista posterior a la reunión plenaria, Monreal afirmó que ya había “humo blanco” respecto al tema, lo que indicaba que la mayoría de los legisladores de la 4T había logrado alinearse en torno a la candidatura de Piedra para continuar al frente de la CNDH.
Saúl Monreal enfatizó que el respaldo a la reelección de Piedra no solo era un tema de consenso dentro de Morena, sino que también se trataba de una medida que contaba con el apoyo de los aliados de la coalición. Con ello, el partido refuerza su unidad interna y envía un mensaje de fortaleza ante las próximas elecciones y la consolidación del proyecto de gobierno.
¿Por qué la reelección de Rosario Piedra genera polémica?
La figura de Rosario Piedra ha sido polémica desde su nombramiento en 2019. La CNDH, que históricamente ha tenido una postura de crítica y vigilancia sobre los gobiernos en turno, vio durante el periodo de Piedra una relación más cercana al gobierno de AMLO, lo que generó críticas tanto de la oposición como de defensores de derechos humanos. Esta cercanía política con la administración federal ha sido vista como un factor que ha minado la autonomía de la CNDH, lo que llevó a que varios legisladores morenistas y figuras del ámbito político cuestionaran su continuidad.
En este contexto, la reelección de Rosario Piedra no solo implica una ratificación de su gestión, sino también una reafirmación de la línea política del gobierno actual en cuanto a la defensa de los derechos humanos. Además, la decisión refleja la creciente importancia de las instituciones autónomas y el papel que estas juegan en la estabilidad del proceso de la 4T.
El impacto de la reelección de Rosario Piedra en la política de derechos humanos
Para muchos, la reelección de Rosario Piedra podría ser interpretada como un refuerzo institucional para las políticas del gobierno actual. Desde el inicio de su mandato, AMLO ha subrayado la importancia de hacer una transformación profunda de las instituciones del país, y la CNDH no es la excepción. La permanencia de Piedra al frente de este organismo podría consolidar la agenda de la 4T en cuanto a la política de derechos humanos, que en muchos casos ha sido vista desde la óptica oficial como un medio para frenar los abusos del pasado y fortalecer el Estado de bienestar.
Sin embargo, la situación también ha generado una división interna en la política de Morena, con sectores que ven en la reelección de Rosario Piedra una medida más de control político, mientras que otros defienden su continuidad como un factor clave para la estabilidad institucional en los próximos años.
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