¿Por qué la UNAM es un obstáculo para el oficialismo?
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha sido, por décadas, el corazón intelectual y crítico del país. Como espacio de pluralidad, tolerancia y conocimiento científico, su autonomía ha garantizado el análisis crítico de los problemas nacionales y la libertad de cátedra. Pero este baluarte de pensamiento parece estar bajo constante acecho desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Desde 2018, se ha desatado una serie de descalificaciones, intentos de reformas legales y recortes presupuestales que evidencian una relación conflictiva entre el morenismo y la UNAM. Para muchos, este hostigamiento es producto de una incomodidad fundamental del oficialismo ante los espacios de crítica y libertad que la universidad representa.
La autonomía universitaria, el primer blanco del morenismo
Uno de los primeros indicios de esta tensión se dio en diciembre de 2018, cuando el gobierno de AMLO presentó al Congreso una propuesta para modificar el artículo 3° constitucional. En el borrador, se eliminó la mención a la autonomía universitaria, un pilar de las universidades públicas desde 1980. Aunque el oficialismo justificó esto como un «error de transcripción», la reacción de repudio por parte de académicos y sociedad civil llevó a la corrección del texto.
Este episodio, lejos de ser aislado, marcó el inicio de un patrón. A esto le siguió una propuesta de reducir el presupuesto de la UNAM en 2019, que solo fue revertida tras una fuerte presión social. Sin embargo, el mensaje quedó claro: la autonomía de la UNAM estaba en la mira.
Descalificaciones y amenazas veladas
En años posteriores, el presidente López Obrador calificó a la UNAM como una institución «derechizada», acusándola de no haber criticado a los gobiernos neoliberales y de albergar una «élite dorada». Este discurso fue amplificado por otros actores políticos de Morena, quienes señalaron a la universidad como un espacio antidemocrático y obsoleto.
Además, legisladores de Morena han impulsado iniciativas para «democratizar» las universidades públicas, proponiendo la elección universal de directivos. Aunque estas propuestas no han prosperado, generan incertidumbre y son percibidas como un intento de cooptar las estructuras universitarias.
Recorte al presupuesto 2025: ¿Un error o una estrategia?
El último capítulo de esta historia se escribió en 2024, cuando el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2025 incluyó un recorte del 14.5% a la UNAM en términos reales. Mientras tanto, las universidades promovidas por Morena, como las Universidades del Bienestar, se mantuvieron intactas.
Tras la reacción enérgica de las autoridades universitarias y la opinión pública, este recorte fue calificado como un «lamentable error» por la presidenta, quien prometió corregirlo. Sin embargo, la cadena de acciones anteriores hace difícil creer que este tipo de decisiones sean meros accidentes.
¿Qué está en juego para la sociedad mexicana?
La UNAM no es solo una universidad; es un símbolo de autonomía, crítica y libertad de pensamiento. Atentar contra su estabilidad financiera o su autonomía pone en riesgo el derecho de la sociedad a contar con instituciones independientes que puedan cuestionar y analizar el poder sin restricciones.
Para el oficialismo, un espacio como la UNAM, que fomenta el pensamiento crítico y la pluralidad ideológica, es incómodo. Pero para la sociedad mexicana, es un pilar que debe ser defendido a toda costa.
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