Un año de retos y transformación en la SCJN
La tensión en el aire es palpable en las instalaciones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). La ministra Loretta Ortiz Batres nos recibe con una sonrisa tranquila en su oficina, pese a un ambiente cargado por las recientes reformas al Poder Judicial.
Con un año cumplido en su cargo, Batres ha enfrentado un panorama intenso, marcado por debates y críticas. Sin embargo, para ella, lo importante no es el ruido mediático, sino el papel histórico que está desempeñando.
“Es un privilegio vivir este momento histórico. Mi llegada fue el detonador de un proceso que ya estaba en marcha, y creo que he cumplido con mi función”, señala con serenidad.
Una ministra sin parafernalia: ¿Quién es Loretta Ortiz Batres?
En una SCJN acostumbrada a los protocolos y símbolos de poder, la ministra Batres ha roto esquemas. Sin escoltas ostentosos ni joyas extravagantes, se ha ganado el apodo de “la ministra del pueblo”.
“Mi forma de ser tiene que ver con mi concepción del poder”, explica. “Siempre he creído que nuestra función es conectar con la población. Por eso he procurado mostrarme como soy, sin prepotencia ni parafernalia.”
Esta conexión con la ciudadanía ha sido clave en su labor. La ministra ha priorizado explicar de manera accesible qué hace la SCJN y cómo sus decisiones impactan al país, lo que ha generado empatía y confianza en un sector amplio de la sociedad.
El video viral que intentó desacreditarla
A finales de 2024, un video viral buscó desacreditar a Batres mostrando un conflicto vecinal en un entorno humilde. Pero lo que parecía un ataque se convirtió en una herramienta de validación.
Incluso el entonces presidente López Obrador se pronunció al respecto: “Se trata de una ministra que no es corrupta. Vive en un lugar común, en circunstancias humildes. Eso dice mucho de su carácter.”
Batres, lejos de mostrarse afectada, reflexiona: “Quienes lo usaron en mi contra terminaron ayudándome. Se dieron cuenta de que el video, en lugar de perjudicarme, evidenció mi conexión con la gente común.”
La reforma judicial y su impacto en la SCJN
El principal reto de Batres en este primer año ha sido implementar la histórica reforma judicial que, según sus palabras, “ya está en la Constitución y, por lo tanto, es nuestra responsabilidad resguardarla.”
La reforma, que busca transformar profundamente el sistema de justicia en México, ha generado divisiones dentro de la SCJN. “Es natural que existan tensiones en un cambio de esta magnitud, pero confío en que todos los ministros cumplirán con su deber de proteger la Constitución”, asegura.
Con siete ministros próximos a dejar sus cargos, el panorama de la Corte cambiará drásticamente en los próximos meses. Batres, sin embargo, mantiene la calma: “Los procesos continúan, y nuestro papel es garantizar que se lleven a cabo con transparencia y apego a la ley.”
La conexión con el pueblo: un sello personal
Batres no solo ha enfrentado críticas, sino también ha consolidado un estilo que rompe con las tradiciones de poder en México. Desde su lenguaje directo hasta su humildad personal, ha conseguido acercar el trabajo de la SCJN a la gente.
“El poder debe estar al servicio del pueblo”, afirma con firmeza. Su visión de una Corte cercana y accesible parece estar marcando una nueva era en el Poder Judicial.
Lo que sigue para la SCJN y el papel de Batres
Con un panorama político complicado y una reforma judicial en pleno desarrollo, el trabajo de Batres y sus colegas será determinante para el futuro de la justicia en México. “Los momentos de cambio son difíciles, pero también son una oportunidad para construir algo mejor”, reflexiona.
En medio de tensiones, críticas y retos históricos, la ministra Batres se perfila como una figura clave en la transformación del país.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.
TE PODRÍA INTERESAR