En una ceremonia cargada de simbolismo y compromiso institucional, el canciller Juan Ramón de la Fuente reafirmó la importancia del Servicio Exterior Mexicano (SEM) como piedra angular de la política exterior del país. Frente a cien nuevos becarios, De la Fuente subrayó la necesidad de un equilibrio entre diplomáticos de carrera y perfiles externos, un modelo que busca fortalecer la proyección internacional de México en una era de transformación global.
Un servicio diplomático fortalecido y profesional
El canciller destacó que actualmente dos tercios de los titulares de representaciones diplomáticas mexicanas pertenecen al SEM, lo que refleja un compromiso con la profesionalización del cuerpo diplomático. “Es muy importante mantener un equilibrio entre los formados en casa y quienes se suman desde otros ámbitos; la combinación de ambos le da fortaleza a la diplomacia mexicana”, señaló De la Fuente, quien resaltó el impulso de la presidenta Claudia Sheinbaum hacia una diplomacia moderna y feminista.
Durante el último año, la Cancillería logró la rotación de 228 miembros del SEM, la cifra más alta en años recientes, además de ofrecer 92 cursos de actualización en el Instituto Matías Romero, donde participaron más de dos mil profesionales del ámbito diplomático.
La nueva generación del Servicio Exterior Mexicano
La ceremonia también marcó el inicio de la formación de 66 mujeres y 34 hombres que integran la primera generación del SEM bajo la administración de Sheinbaum. Esta cohorte simboliza una apuesta por la equidad de género y la renovación del talento diplomático.
De la Fuente exhortó a los nuevos integrantes a servir al país con orgullo, disciplina y sentido histórico, recordándoles que su labor es representar a México ante un mundo que observa con interés las transformaciones sociales y políticas del país.
Diplomacia mexicana en una nueva etapa
Por su parte, Juan José Bremer, director del Instituto Matías Romero, subrayó que la diplomacia mexicana enfrenta grandes desafíos internacionales, desde la cooperación global hasta la sostenibilidad ambiental. Explicó que la etapa final del concurso de ingreso incluye talleres consulares, simulaciones diplomáticas y prácticas en diversas áreas, con el objetivo de formar diplomáticos preparados para el siglo XXI.
De la Fuente, reconocido por su trayectoria en organismos multilaterales y su liderazgo académico, ha convertido al SEM en un pilar estratégico del gobierno de Sheinbaum, impulsando una diplomacia que combina experiencia, innovación y perspectiva de género.
Un futuro diplomático con visión y equilibrio
México busca consolidarse como un actor global con voz propia, y ese propósito, explicó De la Fuente, solo será posible mediante un servicio diplomático profesional, diverso y comprometido.
“El equilibrio no es un reparto; es una estrategia para construir una diplomacia más sólida, moderna y representativa del México actual”, concluyó el canciller.
Con esta visión, la diplomacia mexicana abre una nueva etapa en la que el talento joven, la equidad y la experiencia convergen para representar con dignidad al país en el mundo.


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