En la década de los noventas, una joven Claudia Sheinbaum se encontraba lejos de su tierra natal, en la Universidad de Stanford, Estados Unidos. Allí, participó activamente en una protesta que quedaría registrada en la memoria histórica, no solo por su valentía, sino también por su lucha por la democracia, los derechos de los mexicanos en el extranjero y la justicia social. Este acto de resistencia se convirtió en una pieza central de su historia personal y política, una que la seguiría a lo largo de los años, especialmente cuando en 2023, meses antes de ser declarada candidata presidencial por Morena, compartió una fotografía en la que aparece levantando un cartel en contra de Carlos Salinas de Gortari, expresidente de México.
La protesta contra el Tratado de Libre Comercio
Durante su estancia en Stanford, Sheinbaum formó parte de un grupo de mexicanos que, en 1993, se organizaron para protestar contra las políticas del gobierno mexicano y las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que en ese momento estaba en pleno proceso de discusión. Los manifestantes exigían que el tratado fuera más justo para los trabajadores y los pueblos mexicanos, y que se incluyera la posibilidad de que los mexicanos en el extranjero pudieran votar.
«Nosotros pensábamos que ese tratado tenía que ser justo. Entonces, cuando Salinas fue a Stanford, fuimos allí para mostrar nuestra inconformidad. No hicimos escándalo, sencillamente levantamos carteles», recordó Sheinbaum en una conferencia reciente. El cartel que ella misma levantó decía «Democracia ya, tratado justo«, un mensaje claro y directo contra las políticas neoliberales del entonces presidente mexicano.
La fotografía en The Stanford Daily
La protesta, a pesar de ser pacífica, no pasó desapercibida. La portada del diario universitario The Stanford Daily mostró una imagen en la que se ve a Claudia Sheinbaum, junto a otros manifestantes, sosteniendo sus carteles en una clara muestra de rechazo a las políticas de Salinas y al TLCAN. Años después, la misma imagen se convirtió en un símbolo de su lucha constante por la justicia social y los derechos de los más desfavorecidos.
En su relato, Sheinbaum recordó con emoción cómo, a pesar de la distancia y los años, mantenía intacto el mismo sentimiento de lucha por una «patria para el pobre y para el oprimido«, tal como lo había expresado en 2023, al compartir de nuevo la famosa foto en redes sociales. Para ella, aquel evento representaba su compromiso de siempre con la democracia y la justicia social, temas que siguen siendo pilares en su discurso político.
El legado de la protesta y la relevancia actual
Lo que comenzó como una protesta estudiantil en 1993 se convirtió con el tiempo en una parte esencial de la narrativa política de Claudia Sheinbaum. En su trayectoria, no solo ha defendido los derechos de los mexicanos en el extranjero, sino que también ha luchado por mejorar las condiciones de vida de los más vulnerables en México. Hoy, como presidenta de la República, continúa utilizando esa misma energía para promover cambios estructurales en el país.
A medida que se acercan las elecciones de 2024, la imagen de Sheinbaum en The Stanford Daily sigue siendo un recordatorio de su resistencia y de su lucha incansable por una sociedad más justa y equitativa. A lo largo de los años, ha mantenido una postura firme contra el neoliberalismo y las desigualdades que lo acompañan, lo que la ha consolidado como una figura clave en la política mexicana.
Sheinbaum y su vínculo con López Obrador
Una figura fundamental en la historia política reciente de México es Andrés Manuel López Obrador, quien ha sido un firme aliado de Sheinbaum. El presidente de México ha utilizado la fotografía de la protesta en Stanford para enfatizar que desde joven, Sheinbaum fue una ferviente activista en contra de los gobiernos priistas y las políticas neoliberales. Según López Obrador, este compromiso de Sheinbaum con la justicia social es lo que la ha llevado a representar los intereses de los sectores más vulnerables del país.
La relación entre Sheinbaum y López Obrador ha sido un pilar en el proyecto político de la 4T, y su activismo de antaño sigue siendo un componente clave en su discurso actual.
Un símbolo de lucha constante
El acto de Claudia Sheinbaum en Stanford en 1993 no solo marcó un punto de inflexión en su vida personal, sino que también se convirtió en un símbolo de su compromiso con la democracia y la justicia social. Desde aquella protesta contra Carlos Salinas de Gortari hasta sus recientes discursos como presidenta, Sheinbaum ha mantenido una postura firme en defensa de los derechos de los mexicanos y de un modelo económico más justo.
La fotografía en The Stanford Daily representa un legado de lucha constante, que ha acompañado a Sheinbaum en su camino político. Hoy, como figura central en la política mexicana, sigue luchando por los mismos ideales: una patria más justa, democrática e inclusiva para todos.
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