El tema de la migración es uno de los más delicados en la política mundial. Para México, como país vecino de los Estados Unidos y puerta de entrada a América Central, la migración ha sido siempre un tema crucial. En los últimos días, las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum han provocado un gran debate en torno a la situación de los migrantes que llegan a México, especialmente aquellos deportados desde el norte.
En una reciente conferencia, Sheinbaum negó las acusaciones de maltrato hacia los migrantes, específicamente las que apuntan a que estos llegaban a México «esposados». Acompañada de cifras oficiales y aclaraciones de políticas migratorias, la mandataria subrayó que las acciones de su gobierno se enmarcan dentro de un enfoque humanitario y de respeto por los derechos humanos.
La verdad sobre la llegada de migrantes a México
Según la declaración de Claudia Sheinbaum, hasta el 30 de enero de 2024, México ha recibido a 6,244 migrantes deportados desde Estados Unidos, con una cifra significativa de personas provenientes de otros países. De estos, 1,371 migrantes no son mexicanos, sino de nacionalidades diversas, principalmente provenientes de Centroamérica y algunas otras regiones del mundo.
Lo que sorprende a muchos es la actitud positiva del gobierno mexicano al recibir migrantes no solo de México, sino de otros países. Esta política no es nueva; de hecho, la presidente Sheinbaum destacó que desde el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, México ya tenía mecanismos para recibir a los migrantes, proporcionarles apoyo y facilitar su regreso a sus países de origen, cuando así lo desean.
Declaraciones de Sheinbaum sobre la llegada de migrantes
Durante la Mañanera del Pueblo, Sheinbaum explicó que los migrantes no llegan esposados a México. Este es un punto crucial, pues diversas críticas habían señalado una posible actitud violenta por parte de las autoridades de ambos países. La mandataria dejó claro que todos los migrantes que llegan a México lo hacen sin esposas, y que el gobierno mexicano vela por sus derechos humanos en todo momento.
No obstante, reconoció que hay casos aislados de violaciones de derechos humanos, como el caso de una mujer guatemalteca y un ciudadano mexicano, quienes presentaron quejas sobre su trato. En esos casos, Sheinbaum recomendó interponer una denuncia formal tanto en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) como en la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP).
El apoyo a migrantes no mexicanos
Sheinbaum también explicó que, en el caso de migrantes que no son originarios de México, el Instituto Nacional de Migración (INM) brinda apoyo integral, que incluye transporte hacia su país de origen. Esto es particularmente importante para aquellos migrantes provenientes de Centroamérica, que buscan regresar a sus hogares.
El flujo de migrantes en números
Para entender mejor la magnitud de este fenómeno, es esencial conocer los números. Durante la semana del 20 al 26 de enero de 2024, se registraron 5,282 migrantes repatriados, de los cuales 4,083 eran mexicanos. Además, en los días siguientes, los números continuaron aumentando con 527 migrantes el 27 de enero y 435 el 28 de enero, sumando un total de 6,244 migrantes.
La controversia sobre los migrantes extranjeros
A pesar de las aclaraciones de Sheinbaum, algunos sectores han criticado la presencia de migrantes de otros países en México, sugiriendo que esta política podría poner en riesgo la estabilidad del país. Sin embargo, la presidenta ha reiterado que esta es una acción que ya se realizaba en administraciones anteriores y que sigue una línea de respeto a los derechos humanos. Asegura que este enfoque es un reflejo de la solidaridad internacional que México históricamente ha demostrado.
El compromiso de México con la migración
Claudia Sheinbaum, en su papel como presidenta de México, continúa liderando una política migratoria que, aunque recibe críticas, defiende la dignidad humana de todos los migrantes. En un mundo cada vez más polarizado, el compromiso de México con la protección de los derechos humanos de los migrantes debe ser un modelo para otros países. Además, su aclaración sobre las deportaciones y los procedimientos humanitarios ha generado un debate necesario sobre el papel que debe jugar un país en la gestión de la migración, tanto interna como externa.
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