El 1 de octubre marcó el inicio de un nuevo capítulo en la política mexicana. Claudia Sheinbaum asumió la presidencia con expectativas mixtas: ¿sería una líder que imprimiría su propio estilo, o una extensión del mandato de Andrés Manuel López Obrador? A pocas semanas, las señales parecen apuntar a un modelo híbrido: ecos de su antecesor mezclados con decisiones que delinean una administración aún en construcción.
¿Continuidad o cambio? El sello de Sheinbaum
La esperanza de que Sheinbaum se desvinculara de la sombra de López Obrador rápidamente se desvaneció. Desde mantener las conferencias «mañaneras del pueblo» hasta la elección de un gabinete compuesto en gran medida por figuras cercanas al expresidente, la continuidad parece predominar.
Además, las señales de confrontación política no tardaron en aparecer:
- Rechazo a la oposición: Sheinbaum ha mantenido un discurso que descalifica a las minorías parlamentarias, evitando incluso dialogar con ellas directamente.
- Rosario Piedra y la CNDH: La controvertida reelección de Piedra dejó claro que el poder dentro de Morena aún recae en AMLO.
Un escenario económico y social desafiante
En el ámbito económico, el Paquete Fiscal 2025 es el primer gran test de esta administración. Sin embargo, las cifras propuestas han levantado más de una ceja:
Proyecciones optimistas frente a una realidad compleja
Crecimiento del PIB: Se estima un crecimiento del 2.5%, muy por encima de las previsiones de analistas independientes.
- Inflación: Un optimista 3.5%, difícil de alcanzar en un contexto global incierto.
- Déficit: Reducirlo de 5.9% a 3.9% en un año suena ambicioso, pero ¿es factible?
Recortes polémicos
La administración enfrenta críticas por recortes en áreas sensibles como salud, medio ambiente y seguridad:
- Salud: Reducción del 34%, impactando directamente a la atención médica en un país donde las carencias ya son notorias.
- Seguridad pública: Con un recorte del 36.2%, sorprende en un contexto de creciente violencia.
- Medio ambiente: Un recorte del 39.4% contradice la narrativa global de sostenibilidad.
La apuesta por programas sociales y proyectos insignia
Sheinbaum ha reafirmado su compromiso con los programas sociales y los proyectos heredados de López Obrador. Entre ellos:
- Subsidios a Pemex y CFE: A pesar de los resultados mixtos, estas empresas estatales seguirán recibiendo apoyo financiero significativo.
- Tren Maya y trenes de pasajeros: Los megaproyectos insignia no solo continúan, sino que se les asignan presupuestos crecientes.
Gastos a corto plazo, deudas a largo plazo
El modelo parece claro: invertir en proyectos políticamente rentables ahora, con la promesa de beneficios futuros, dejando la factura para más adelante.
Violencia, inflación e incertidumbre política
El panorama social tampoco favorece un inicio sin sobresaltos:
- Crisis de seguridad: Estados como Guerrero y Sinaloa enfrentan violencia e ingobernabilidad, sin señales claras de un cambio en la estrategia.
- Inflación alimentaria: El aumento en los precios de frutas y verduras afecta directamente a las familias más vulnerables.
¿Hacia dónde va el nuevo gobierno?
Claudia Sheinbaum enfrenta el reto de consolidar su liderazgo en un contexto que exige decisiones firmes y efectivas. Hasta ahora, su administración parece oscilar entre la continuidad de AMLO y un estilo propio que aún no termina de definirse.
La pregunta es clara: ¿será capaz de equilibrar las promesas sociales, la estabilidad económica y la paz social, o sucumbirá a la presión de las expectativas no cumplidas?
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