El gobierno de CDMX mantiene diálogo con CNTE y normalistas, mientras persisten bloqueos y demandas. Conoce la postura oficial y las negociaciones.
La agenda política de la Ciudad de México está dominada por las continuas negociaciones y tensiones con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y los estudiantes normalistas, cuyas protestas han generado significativas afectaciones en la capital y ponen a prueba la estrategia de diálogo del gobierno local.
La CNTE y los normalistas mantienen su presencia en puntos clave de la Ciudad de México. La CNTE, con plantones en el Zócalo y el cruce de Reforma e Insurgentes, exige la abrogación de la Ley del ISSSTE 2007, un aumento salarial del 100%, la reinstalación de trabajadores cesados, mayor presupuesto para educación y salud, y la desaparición de la UMA para el cálculo de pensiones. Los normalistas, por su parte, continúan su bloqueo en Reforma e Insurgentes demandando justicia por la muerte de un compañero.
Estrategia de Diálogo del Gobierno
El gobierno de la Ciudad de México, bajo la administración de Claudia Sheinbaum, ha descartado el uso de la fuerza pública contra la CNTE, enfatizando que el diálogo es la vía más importante. La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y el titular de la SEP, Mario Delgado, han recibido a la CNTE en mesas de diálogo, aunque los maestros han abandonado las negociaciones sin llegar a acuerdos, en medio de destrozos fuera de la Secretaría de Gobernación.
Límites de las Propuestas Oficiales
El gobierno ha señalado que las cinco propuestas presentadas a la CNTE están cerradas, indicando que no habrá derogación del ISSSTE 2007 ni desaparición de las AFORES. Esta postura ha mantenido los ánimos «en llamas» entre los manifestantes, quienes insisten en sus demandas de reformas profundas. Existe una brecha significativa entre las expectativas de los manifestantes y la capacidad o voluntad del gobierno para ceder a sus demandas. La falta de acuerdo y la persistencia de las protestas, a pesar del diálogo, sugieren que la estrategia de «no uso de la fuerza» podría ser insuficiente si las demandas no se abordan. Esto puede llevar a una escalada de las movilizaciones, con mayores disrupciones y un aumento de la tensión social, lo que a su vez podría presionar al gobierno a reconsiderar sus límites o a endurecer su postura. La prolongación del conflicto y la percepción de un diálogo infructuoso pueden erosionar la legitimidad del gobierno local y la confianza pública en su capacidad para resolver problemas sociales complejos, lo que podría tener repercusiones políticas a largo plazo.
Gestión Judicial Local
En paralelo a las tensiones sociales, el Poder Judicial de la Ciudad de México continúa con su agenda interna. El Pleno del Consejo de la Judicatura de la CDMX ha aprobado documentos como los «LINEAMIENTOS PARA LA REMISIÓN DE MULTAS IMPUESTAS POR EL PODER JUDICIAL» y manuales de organización para unidades de gestión judicial, buscando optimizar sus procesos administrativos y operativos. También se ha autorizado la actualización de los Comités Internos de Protección Civil para capacitar al personal brigadista.


TE PODRÍA INTERESAR