Sheinbaum advierte autoritarismo en Chile y con ello abre un debate que trasciende las fronteras del país sudamericano. Desde Palacio Nacional, la presidenta de México fijó una postura clara frente al triunfo electoral de José Antonio Kast como próximo presidente chileno: el respeto a la democracia no puede desligarse de la memoria histórica ni de los valores democráticos fundamentales.
Aunque reconoció que el pueblo chileno eligió libremente a su nuevo mandatario, Sheinbaum subrayó que resulta preocupante el reconocimiento explícito que Kast ha hecho del régimen de Augusto Pinochet. Para la mandataria mexicana, más allá de los modelos económicos o ideológicos, existe una línea que no debe cruzarse: la reivindicación del autoritarismo.
“No se puede reivindicar regímenes autoritarios”, afirmó Sheinbaum, al recordar que el golpe militar encabezado por Pinochet derrocó a un presidente democráticamente electo, Salvador Allende, e instauró una dictadura marcada por violaciones a los derechos humanos.
Sheinbaum advierte autoritarismo en Chile y llama a gobernar democráticamente
En su mensaje, Sheinbaum dejó claro que el triunfo electoral no otorga carta blanca para reinterpretar el pasado. La democracia, dijo, no se limita al acto de votar, sino que implica gobernar con apego a las libertades, los derechos humanos y el respeto a la soberanía popular.
“Esperamos que en Chile se actúe democráticamente cuando llegue el nuevo presidente”, expresó, marcando una postura institucional que evita la confrontación directa, pero fija límites éticos claros.
La presidenta comparó el caso chileno con una hipotética reivindicación de Victoriano Huerta en México, subrayando que no se trata de un debate ideológico tradicional entre izquierda y derecha, sino de principios democráticos básicos.
Autoritarismo, memoria histórica y democracia en América Latina
El señalamiento de Sheinbaum se inscribe en un contexto regional complejo, donde América Latina enfrenta tensiones políticas, polarización ideológica y disputas sobre el rumbo democrático. Para la mandataria, el argumento del “péndulo” entre izquierda y derecha no explica por completo estos procesos.
Reivindicar figuras autoritarias, señaló, implica normalizar golpes de Estado y rupturas institucionales que marcaron profundamente a las sociedades latinoamericanas durante el siglo XX. En el caso de Chile, recordó que incluso se ha documentado la injerencia extranjera —particularmente de Estados Unidos— en el golpe contra Allende, un episodio que dejó cicatrices profundas.
Honduras, Venezuela y el rechazo al intervencionismo
A mitad del análisis, Sheinbaum advierte autoritarismo en Chile pero también amplía su visión hacia otros conflictos regionales. La presidenta se refirió a la situación en Honduras, donde la mandataria Xiomara Castro ha denunciado un posible golpe de Estado y no reconoce resultados electorales.
Sheinbaum afirmó que México sigue de cerca el caso a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, insistiendo en que los conflictos internos deben resolverse de manera pacífica y soberana.
Al ser cuestionada sobre las diferencias entre el caso hondureño y las posturas de sectores opositores en Venezuela, la presidenta fue enfática: existe una línea roja cuando se llama abiertamente a la intervención extranjera. México, dijo, por convicción histórica y mandato constitucional, se opone a cualquier forma de intervencionismo.
Autodeterminación de los pueblos como eje de la política exterior
La postura de Sheinbaum reafirma uno de los pilares tradicionales de la política exterior mexicana: la autodeterminación de los pueblos. Para la mandataria, más allá del régimen político de cada país, debe ser la ciudadanía quien decida su destino sin presiones externas.
“Nunca vamos a estar de acuerdo con la intervención ni con quien llama a la intervención”, sostuvo, sin mencionar nombres, pero dejando clara su posición frente a actores que buscan apoyo extranjero para dirimir disputas internas.
Este enfoque busca equilibrar el respeto a los procesos democráticos con una defensa firme de los derechos humanos y el rechazo al autoritarismo, un equilibrio que México intenta proyectar como referente regional.
Un mensaje regional desde México
Al final, Sheinbaum advierte autoritarismo en Chile no como una condena anticipada, sino como una advertencia política con alcance regional. Su mensaje apunta a recordar que la democracia no se agota en las urnas y que el pasado autoritario de América Latina no puede ser blanqueado sin consecuencias.
En un continente marcado por dictaduras, intervenciones extranjeras y luchas sociales, la postura de México busca posicionarse como una voz que defiende la soberanía, la memoria histórica y el respeto irrestricto a la voluntad popular. El desafío, ahora, será observar cómo estas palabras se traducen en acciones diplomáticas concretas en un escenario latinoamericano cada vez más polarizado.


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