A finales de agosto, Xi Jinping recibirá en Tianjín al presidente ruso Vladimir Putin, al secretario general de la ONU, António Guterres, y a más de 20 jefes de Gobierno durante la Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). El encuentro, programado del 31 de agosto al 1 de septiembre, busca reforzar la influencia de China en asuntos políticos, de seguridad y económicos.
Según el viceministro de Asuntos Exteriores, Liu Bin, la cumbre permitirá estrechar los lazos entre un bloque que representa aproximadamente una cuarta parte de la población mundial, consolidando la posición de Pekín en un escenario global cada vez más complejo y turbulento.
Un bloque estratégico frente a la incertidumbre global
La cumbre se realiza en un contexto marcado por tensiones internacionales y ajustes en la política exterior de Estados Unidos, especialmente en temas de Israel, Gaza y aranceles comerciales. “Cuanto más turbulenta y compleja se vuelve la situación internacional, más importante es que todos los países fortalezcan la unidad y la cooperación”, afirmó Liu Bin.
China, a través de la OCS, busca construir un entorno de estabilidad regional y cooperación duradera, impulsando iniciativas conjuntas en seguridad, economía y tecnología, y proyectando su liderazgo frente a las influencias occidentales.
Líderes invitados y agenda estratégica
Entre los invitados destacan el presidente iraní Masud Pezeshkian, el primer ministro indio Narendra Modi y el primer ministro malasio Anwar Ibrahim, quienes también se reunirán más adelante con Donald Trump y otros líderes de la ASEAN en octubre.
La agenda incluirá discusiones sobre cooperación económica, lucha contra el terrorismo, desarrollo de energías renovables y economía digital, pilares fundamentales que, según Pekín, reforzarán la estabilidad y el crecimiento regional.
Tianjín como epicentro de la diplomacia china
La elección de Tianjín para la cumbre no es casual. La ciudad simboliza el poder económico y estratégico de China, y servirá de escenario para exhibir su capacidad de liderazgo global. Además, la cumbre concluirá con la Declaración de Tianjín, que resumirá los compromisos y planes conjuntos de los países miembros.
En la cumbre anterior, celebrada en 2024 en Astaná, Kazajistán, los líderes ya habían acordado intensificar la cooperación en terrorismo, energías renovables y economía digital, consolidando un bloque regional con visión a largo plazo.
Hacia un nuevo equilibrio global
Con la OCS, China busca no solo fortalecer alianzas estratégicas, sino también proyectar un mensaje claro: en un mundo donde la geopolítica se vuelve más incierta, la cooperación regional puede ser un instrumento de estabilidad y poder. Para Xi Jinping, recibir a Putin y a otros líderes internacionales es una oportunidad para demostrar que China está preparada para liderar en todos los frentes, desde la seguridad hasta la innovación tecnológica.
En última instancia, la cumbre de Tianjín marca un paso decisivo en la estrategia de Pekín: consolidar su influencia política, económica y militar y posicionarse como actor central en el tablero geopolítico global.
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