Lo que debía ser una fiesta deportiva terminó en tragedia. El miércoles por la noche, en el Estadio Libertadores de América, los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente de Avellaneda y la Universidad de Chile se convirtieron en escenario de violencia.
Botellas, palos y butacas volaron por los aires. Hinchas se enfrentaron brutalmente y uno de ellos, acorralado, se lanzó al vacío intentando salvar su vida.
La Conmebol decidió suspender el partido cuando iba 1-1, y ahora deberá determinar el resultado final y las posibles sanciones para ambos clubes.
Más de 100 detenidos y 19 chilenos heridos
Según las autoridades, hubo 125 personas arrestadas, entre ellas 107 chilenos, además de 19 heridos hospitalizados, algunos con armas blancas.
El embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, informó que cinco de los lesionados siguen internados y uno se encuentra en estado grave. El hincha que saltó desde la tribuna sobrevivió gracias a que un techo amortiguó su caída.
La reacción de Boric: “La violencia no tiene justificación”
El presidente chileno, Gabriel Boric, reaccionó con firmeza y anunció el envío de su ministro del Interior, Álvaro Elizalde, a Buenos Aires para acompañar a las víctimas y supervisar la situación de los detenidos.
“La violencia no tiene ninguna justificación. Vamos a proteger los derechos de nuestros ciudadanos”, afirmó en redes sociales.
La Cancillería chilena también cuestionó la actuación de la policía argentina, señalando demoras en el ingreso de efectivos a las gradas.
Organización bajo la lupa: 650 policías que no evitaron la tragedia
Pese a que había 650 efectivos de seguridad asignados al operativo, los incidentes no se contuvieron a tiempo. Testigos aseguraron que los agentes tardaron en intervenir, lo que permitió que la pelea escalara con violencia inusitada.
El presidente de Independiente, Néstor Grindetti, culpó a la parcialidad visitante por iniciar los disturbios, mientras que las autoridades argentinas y chilenas realizan peritajes y revisan las cámaras de seguridad para deslindar responsabilidades.
Lo que viene: justicia y sanciones deportivas
La investigación quedó en manos de la Unidad Fiscal 4 de Buenos Aires. Los detenidos podrían ser liberados o procesados en las próximas horas, según la gravedad de los cargos.
Mientras tanto, la Conmebol deberá decidir el destino de la eliminatoria y las posibles sanciones disciplinarias contra ambos clubes.El recuerdo de esta noche violenta quedará marcado como un episodio más en la larga historia de los problemas de barras bravas en el fútbol sudamericano, donde la pasión muchas veces termina manchada por la violencia.
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