El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, declaró este viernes que el país enfrenta “una guerra no declarada” luego del despliegue de ocho buques estadounidenses en el mar Caribe.
Según Padrino, estas operaciones constituyen una amenaza militar directa contra Venezuela, que ha respondido con ejercicios militares en la isla La Orchila.
El despliegue estadounidense en el Caribe
De acuerdo con el presidente estadounidense Donald Trump, la presencia de buques forma parte de una operación antidrogas iniciada en septiembre. Washington asegura que en este tiempo ha destruido tres embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico, con un saldo de 14 muertos.
Sin embargo, Padrino cuestionó la legitimidad de estas acciones:
“Es una guerra no declarada. Personas, siendo o no narcotraficantes, han sido ajusticiadas en el mar Caribe, sin derecho a la defensa”, afirmó.
Ejercicios militares en La Orchila
Como respuesta, el gobierno venezolano desplegó maniobras militares de 72 horas en la isla La Orchila, a 65 kilómetros de tierra firme. Durante los ejercicios se lanzaron misiles C-802, C-M90 y cohetes para demostrar la capacidad de defensa de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Las imágenes transmitidas por la televisión estatal mostraron un despliegue sin incidentes, lo que, según Padrino, refleja el “nivel de adiestramiento de las tropas venezolanas”.
Contexto de alta tensión bilateral
Estados Unidos acusa al presidente Nicolás Maduro de encabezar carteles de droga y mantiene una recompensa de 50 millones de dólares por su captura. Caracas, en cambio, denuncia una estrategia de presión militar y política por parte de Washington.
Este nuevo choque incrementa la tensión en la región, reavivando el debate sobre la seguridad en el Caribe y el futuro de las relaciones entre Venezuela y Estados Unidos.


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