martes, diciembre 23, 2025

Ucrania evalúa restringir la red móvil para frenar el uso de drones rusos


Ucrania se enfrenta a una nueva amenaza tecnológica en el contexto de la guerra: el uso de su propia infraestructura de telecomunicaciones por parte de drones enemigos. Según recientes informes, los drones Shahed de fabricación iraní utilizados por Rusia están equipados con tarjetas SIM ucranianas de prepago, lo que les permite recopilar datos críticos de vuelo y perfeccionar sus ataques. Ante este riesgo, el Parlamento ucraniano está considerando restringir temporalmente los servicios de telefonía móvil en las zonas bajo ataque.

Este debate refleja no solo la creciente sofisticación tecnológica de la guerra moderna, sino también la dificultad de equilibrar la seguridad nacional con las libertades civiles y las necesidades básicas de la población en tiempos de conflicto.

Cómo los drones rusos usan la red ucraniana

La comisión de Defensa del Parlamento ucraniano, junto a agencias de inteligencia y operadores de telecomunicaciones, ha confirmado que los drones rusos utilizan múltiples tarjetas SIM ucranianas para cambiar de operador y mantener una conexión estable. Esta estrategia les permite recolectar información en tiempo real sobre su ubicación, pérdida de señal o desvíos en el trayecto.

Aunque hasta ahora no hay evidencia concluyente de que estos drones estén siendo dirigidos en tiempo real mediante conexión móvil, los datos almacenados sí permiten a las fuerzas rusas mejorar la precisión de futuros ataques. Cada vuelo recopila información que puede ser analizada para ajustar rutas, altitudes y estrategias en nuevas ofensivas.

Restricciones temporales: ¿una solución viable?

Una de las propuestas en discusión es suspender temporalmente la telefonía móvil en zonas donde se detecte un ataque con drones. Esta medida buscaría interrumpir el flujo de datos a los dispositivos enemigos y dificultar su eficacia operativa. También se está considerando exigir la identificación obligatoria de todos los abonados móviles, una práctica común en países como Rusia, pero que en Ucrania aún permite compras anónimas de tarjetas SIM.

Estas opciones representan un desafío logístico y ético. Por un lado, podrían dificultar el accionar de los drones enemigos; por otro, implicarían limitar el acceso de la población civil a servicios esenciales, justo en momentos de máxima necesidad. Además, restringir las comunicaciones podría complicar la coordinación de las fuerzas armadas ucranianas o dificultar la transmisión de alertas y asistencia médica.

Críticas y soluciones alternativas

Expertos en telecomunicaciones advierten que estas restricciones podrían ser insuficientes o fácilmente eludidas. Rusia podría recurrir a tarjetas SIM extranjeras, o simplemente adaptar sus drones para operar sin conexión a redes móviles locales. Además, alertan sobre el riesgo de abusos si se implementan sistemas de identificación obligatoria que vulneren la privacidad de los ciudadanos.

En lugar de aplicar medidas generalizadas, algunos analistas sugieren que los operadores móviles podrían desarrollar algoritmos para detectar y desconectar automáticamente a dispositivos que se muevan a velocidades incompatibles con el uso humano, como los drones. Aunque esta solución también presenta limitaciones técnicas, permitiría una respuesta más precisa y menos invasiva.

Otra alternativa sería reforzar las capacidades de guerra electrónica, como el uso de GPS spoofing, ya empleado por Ucrania, que interfiere con la señal de posicionamiento de los drones y los desvía de su objetivo. Sin embargo, estas tecnologías requieren recursos significativos y no siempre son efectivas frente a nuevas generaciones de vehículos no tripulados.

La experiencia rusa como precedente

Rusia ya ha implementado tácticas similares dentro de su propio territorio. En zonas bajo ataque, interrumpe el acceso a internet móvil y otros servicios de comunicación, dificultando las operaciones de los drones ucranianos. Esta práctica, aunque controversial, muestra que la guerra digital se libra en múltiples niveles y que la infraestructura civil puede convertirse en un arma.

La clave está en diseñar una estrategia que minimice el impacto sobre la población civil mientras se refuerza la defensa nacional. Si bien interrumpir servicios móviles podría ser efectivo en casos puntuales, hacerlo de forma indiscriminada podría generar más problemas que soluciones.

Un equilibrio delicado entre defensa y derechos

En un conflicto que se ha transformado en un campo de pruebas para nuevas tecnologías militares, Ucrania se ve obligada a tomar decisiones rápidas sobre infraestructura crítica. Las redes de telefonía móvil, pensadas para conectar personas, se han convertido en una herramienta más en el campo de batalla.

Pero restringirlas también implica restringir derechos. La comunicación es vital para los ciudadanos en zonas de guerra: para pedir ayuda, localizar a familiares, seguir instrucciones de evacuación o simplemente mantenerse informados. Cortar el acceso a estas redes podría poner vidas en riesgo, incluso si la intención es salvar otras.

¿Es suficiente cerrar el canal?

El uso de tarjetas SIM por parte de drones rusos representa un riesgo táctico real, pero no el único. Limitar el uso de redes móviles podría reducir momentáneamente su eficacia, pero no detendrá la evolución de estas amenazas. Lo fundamental será encontrar un equilibrio inteligente entre protección y libertad, usando la tecnología no solo para defenderse, sino para anticipar y adaptarse a las nuevas formas de guerra.

La guerra moderna no solo se libra con armas, sino con datos, redes e infraestructura civil. En este nuevo escenario, cada decisión tiene un costo, y cada error, un alto precio humano.


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Ian Cabrera
Ian Cabrera
Ian Israel Cabrera Navarro es un talentoso creador de contenido digital y profesional de la comunicación. Con 24 años y más de cuatro de experiencia, se especializa en locución, redacción de guiones para materiales audiovisuales y edición de video de alto nivel. Su enfoque claro, preciso y su compromiso con la calidad se reflejan en cada proyecto, posicionándolo como un creador que entiende y satisface las necesidades de su audiencia. Con un excelente dominio del inglés, habilidades sociales destacadas, facilidad para la oratoria y destreza en herramientas digitales, Ian es un activo invaluable para La Verdad Noticias, siempre en constante evolución y con la ambición de seguir creciendo en el ámbito de los medios digitales.
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