La tragedia en Lisboa que cobró la vida de 16 personas en el funicular Elevador da Glória ha generado un intenso debate sobre el impacto del turismo excesivo en la ciudad. Según Fabiana Pavel, presidenta de la Asociación de Vecinos de Bairro Alto, el funicular se convirtió en una atracción turística y perdió su función original como medio de transporte público.
“Su uso en los últimos años ha sido ciertamente inadecuado. Se utilizó demasiado y los residentes ya no pueden acceder a él como transporte diario”, declaró Pavel a la BBC, enfatizando el impacto sobre personas con movilidad reducida que dependían de este servicio para subir la empinada colina.
Historia y relevancia del funicular Elevador da Glória
Inaugurado en 1885 y catalogado como monumento nacional, el funicular transporta a más de 3 millones de pasajeros anualmente, recorriendo algunas de las calles más empinadas de Lisboa.
El accidente ocurrió cuando uno de los vagones se soltó del cable, golpeó el pavimento con fuerza y el segundo vagón se descarriló, impactando contra un edificio. Las autoridades portuguesas, incluyendo al primer ministro Luis Montenegro, calificaron el hecho como “una de las mayores tragedias de nuestro pasado reciente”.
Investigación y medidas ante el desastre
La fiscalía portuguesa y la empresa Carris investigan las causas del incidente, mientras la Oficina de Investigación de Accidentes Ferroviarios prepara un informe preliminar que se espera sea publicado en los próximos días. La policía de Lisboa anticipa un informe preliminar en 45 días, que esclarecerá responsabilidades.
Turismo excesivo y protesta ciudadana en Europa
El accidente ha reavivado la preocupación por el turismo masivo en ciudades europeas. En Lisboa y Sintra, los residentes denuncian que el turismo ha convertido los barrios históricos en “parques de atracciones congestionados”, afectando la vida cotidiana y el acceso a servicios básicos.
Manifestaciones similares se han registrado en Barcelona, donde los residentes denuncian que el turismo masivo genera crisis inmobiliaria y desplazamiento de habitantes locales. Estas protestas forman parte de la alianza SET “Sud d’Europa contra la Turistització”, que agrupa a colectivos de Portugal, España e Italia.
Hacia un turismo sostenible y seguro
Expertos y vecinos coinciden en la necesidad de regular el turismo para proteger tanto a los residentes como a los visitantes. Limitar la capacidad de transporte público turístico y priorizar la seguridad son medidas urgentes para prevenir accidentes similares.
“El funicular no puede ser solo una atracción; debe cumplir su función histórica y social para la ciudad”, enfatizó Fabiana Pavel.


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