sábado, diciembre 27, 2025

Tu empresa pudo contratar a un espía norcoreano sin saberlo: así operan

El Departamento de Justicia de EE.UU. revela una trama masiva: miles de trabajadores de TI norcoreanos usaron identidades falsas para infiltrarse en empresas y financiar el programa nuclear de Kim

Una investigación del Departamento de Justicia de EE.UU. ha destapado una sofisticada y masiva operación de espionaje y fraude: miles de trabajadores de TI de élite de Corea del Norte, utilizando identidades robadas, se infiltraron en cientos de empresas estadounidenses, incluidas algunas de la lista Fortune 500, para desviar millones de dólares al programa de armas de Kim Jong Un.

La premisa parece sacada de un thriller de espionaje, pero es una advertencia real y urgente del gobierno de los Estados Unidos: el talentoso programador remoto que su empresa contrató podría ser, sin saberlo, un agente estatal de un régimen nuclear hostil. El Departamento de Justicia de EE.UU. (DOJ) ha anunciado cargos criminales en una operación de fraude a escala nacional que desmanteló una red diseñada por Corea del Norte para financiar su programa de armas nucleares a través de los salarios de trabajadores tecnológicos infiltrados en Occidente.

La Anatomía de un Engaño Sofisticado

La operación, que se extendió durante varios años, fue de una escala y complejidad asombrosas. Así es como funcionaba:

  •  * Reclutamiento y Despliegue: El gobierno norcoreano seleccionaba y enviaba a miles de sus trabajadores de tecnología de la información (TI) más cualificados.
  •  * Identidades Falsas: Estos trabajadores utilizaban identidades robadas o falsificadas de ciudadanos estadounidenses para solicitar puestos de trabajo remotos en cientos de empresas de EE.UU..
  •  * Infraestructura de Apoyo: La trama contaba con una red de cómplices y facilitadores. Un ciudadano estadounidense, Zhenxing «Danny» Wang, ya ha sido arrestado en Nueva Jersey por su papel en la trama. Estos cómplices en EE.UU. y otros países como China y Taiwán ayudaban a registrar cuentas bancarias, crear empresas fantasma y sitios web falsos para dar una apariencia de legitimidad, y gestionaban el acceso remoto a los ordenadores para que pareciera que los trabajadores se conectaban desde ubicaciones en EE.UU..
  •  * Desvío de Fondos: Los salarios pagados por las empresas víctimas, que creían estar contratando a trabajadores locales, eran desviados a través de esta red de cuentas y finalmente llegaban a manos del régimen norcoreano. La escala fue masiva: un solo caso generó más de 5 millones de dólares, mientras que otro se acercó a los 7 millones de dólares procedentes de más de 300 empresas estadounidenses.

Más que Dinero: Espionaje y Robo de Tecnología Sensible

El objetivo de la operación no era únicamente financiero. El DOJ reveló un detalle aún más alarmante: algunos de estos trabajadores fraudulentos lograron acceder y robar «información relacionada con tecnología militar sensible» de las empresas que los contrataron.

Esto transforma el caso de un simple fraude a una grave crisis de seguridad nacional. La red no solo proporcionaba a Pyongyang un flujo constante de divisas para eludir las sanciones internacionales, sino que también funcionaba como una operación de espionaje industrial y militar a gran escala.

«Estos esquemas apuntan y roban a las empresas estadounidenses y están diseñados para evadir las sanciones y financiar los programas ilícitos del régimen norcoreano, incluidos sus programas de armas», declaró John Eisenberg, fiscal general adjunto de la División de Seguridad Nacional del DOJ.

La Conexión Global: Financiando la Maquinaria de Guerra de Kim

Este esquema de fraude tecnológico no puede verse de forma aislada. Es una pieza clave del rompecabezas que explica cómo Corea del Norte, a pesar de estar bajo uno de los regímenes de sanciones más estrictos del mundo, puede permitirse mantener y modernizar su ejército.

El dinero recaudado a través de estos trabajadores de TI es el mismo que ayuda a financiar el desarrollo de misiles balísticos y, de manera crucial, permite a Pyongyang mantener su apoyo militar a Rusia en la guerra de Ucrania, enviando tropas y enormes cantidades de municiones. Esta red de espías digitales es, en efecto, parte del motor económico que impulsa la agresividad militar de Corea del Norte en el escenario mundial.

La operación expone una vulnerabilidad crítica en la seguridad corporativa occidental, una que fue enormemente amplificada por la pandemia de COVID-19 y el auge del trabajo remoto. Corea del Norte ha demostrado una capacidad camaleónica para adaptarse y explotar las tendencias globales, convirtiendo el auge del teletrabajo en una nueva y potente arma para su supervivencia y sus ambiciones nucleares.

Jesús Cámara Ríos
Jesús Cámara Ríos
Jesús Cámara Ríos es el editor del Diario La Verdad. Periodista con 8 años de experiencia en medios digitales e impresos, con especial interés en temas relacionados con las demandas sociales y los derechos humanos. Ganador del Premio SIP a la Excelencia Periodística 2023.
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