Con la reciente toma de posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, México se encuentra bajo un nuevo foco de atención diplomática. Entre las políticas más controversiales propuestas por el mandatario se encuentran la declaración de los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas y la deportación masiva de migrantes. Estas medidas, que ya han generado un fuerte debate en ambos países, han llevado al presidente del Senado mexicano, Gerardo Fernández Noroña, a emitir declaraciones contundentes en defensa de la soberanía nacional.
Noroña rechaza políticas «racistas y clasistas»
En una conferencia de prensa, Fernández Noroña no dudó en calificar las recientes decisiones de Trump como un ataque a la dignidad y derechos de los mexicanos. Según el senador, “no se puede construir la grandeza de una nación sobre una narrativa racista, clasista y fascista”.
El funcionario señaló que los migrantes, lejos de ser una amenaza, son una pieza clave en la economía estadounidense, aportando miles de millones de dólares sin recibir una retribución justa. Además, Noroña criticó la propuesta de declarar a los cárteles como organizaciones terroristas, considerándola una excusa para justificar intervenciones militares en territorio mexicano.
México no cederá ante presiones
Fernández Noroña fue claro: “No vamos a ceder ni un milímetro en la defensa de nuestra soberanía”. Esta postura se alinea con el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien también ha expresado su rechazo a cualquier medida que vulnere la independencia de México.
El senador advirtió que el problema del narcotráfico no se resolverá con intervenciones extranjeras, sino con medidas internas en Estados Unidos, que es el principal mercado de consumo de drogas en el mundo. “Si quieren resolver el problema, deberían empezar en casa”, sentenció.
Tensiones diplomáticas: ¿qué sigue?
Aunque Noroña expresó sus mejores deseos al nuevo presidente estadounidense, dejó claro que no permitirá acciones que afecten la soberanía mexicana. Estas tensiones abren un panorama incierto para las relaciones entre México y Estados Unidos, donde la diplomacia será clave para evitar mayores conflictos.
Mientras tanto, México se prepara para actuar con firmeza frente a cualquier intento de subordinación, reafirmando su papel como una nación independiente y soberana.
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