La relación entre México y Estados Unidos nunca ha sido fácil, y con la perspectiva del regreso de Donald Trump a la presidencia de EE. UU., las tensiones vuelven a ser parte del panorama. La especialista en temas internacionales, Stephanie Brewer, directora de WOLA para México, advierte sobre un escenario donde las dinámicas bilaterales se centran cada vez más en áreas de intercambio que podrían perjudicar la soberanía de México.
Este escenario es visto por muchos como una reiteración de las políticas de Trump durante su primer mandato, en donde el control de la migración, la lucha contra el narcotráfico y la relación comercial con China fueron los ejes centrales de la interacción entre ambos países. Pero, ¿qué implica esto para la política mexicana y cómo afectará a la cooperación en términos de seguridad, comercio y migración?
¿Un Enfoque Desproporcionado en la Migración?
Stephanie Brewer destaca que uno de los elementos más problemáticos de la posible vuelta de Trump al poder es el enfoque desproporcionado sobre la migración. La académica señala que el gobierno de EE. UU. ha convertido el control de la migración en una prioridad fundamental, algo que no solo coloca una presión inmensa sobre México, sino que también limita la diversidad de la relación bilateral.
La activista subraya que, aunque la migración es un tema importante, no debe ser el único eje de la política exterior entre ambos países. La globalización y los retos compartidos en otras áreas también merecen atención, desde la cooperación en materia de comercio hasta las inversiones en infraestructura, pasando por la lucha contra el crimen organizado.
El Riesgo de una Relación Bilateral Desbalanceada
Uno de los puntos más polémicos que Brewer resalta es el desequilibrio inherente en la relación bilateral bajo políticas como las de Trump. Mientras que Estados Unidos se presenta como el país que tiene la capacidad de imponer sanciones económicas y políticas sobre México, el gobierno mexicano no siempre tiene los mismos recursos o la misma capacidad de respuesta en términos de poder económico y político.
Brewer sostiene que al centrarse únicamente en un número reducido de temas —principalmente migración y narcotráfico—, muchas de las otras áreas de la relación bilateral se ven comprometidas. Esto no solo limita las oportunidades de cooperación entre ambas naciones, sino que también pone en riesgo aspectos clave de la seguridad y la soberanía mexicana.
Los Efectos de las Políticas de Trump: Impacto en México
Las políticas propuestas por Trump en temas como la migración y el narcotráfico no solo han generado controversia, sino que también han dejado a México en una posición incómoda. A lo largo de su primer mandato, Trump implementó medidas que desafiaron la soberanía de México, como el endurecimiento de las políticas migratorias y las amenazas arancelarias, y no es difícil prever que este tipo de políticas puedan resurgir en su segundo mandato.
Sin embargo, la respuesta de México ha sido criticada por algunos expertos como superficial. Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum, al igual que su antecesor Andrés Manuel López Obrador, ha expresado su desacuerdo con ciertas propuestas de EE. UU., lo cierto es que la postura mexicana, en muchos casos, parece no ser lo suficientemente firme frente a las presiones de Washington.
Brewer advierte que el riesgo de una «normalización» de las políticas de Trump, que son percibidas como destructivas, es algo que México debe evitar. En su opinión, el gobierno mexicano debería revisar de manera más crítica las implicaciones de cooperar en términos tan desproporcionados con Estados Unidos, especialmente cuando se trata de decisiones tan fundamentales como la gestión de la migración y las amenazas arancelarias.
La Resistencia Mexicana: ¿Suficiente Frente a Trump?
Aunque el gobierno mexicano ha mostrado signos de resistencia, como la carta enviada por Sheinbaum frente a las amenazas de Trump sobre aranceles, Brewer cree que la lucha por mantener una relación de igualdad y respeto mutuo sigue siendo una batalla en la que México se encuentra en desventaja. En su análisis, la activista observa que muchas de las políticas implementadas bajo el gobierno de Trump tienen una base de miedo, lo que se traduce en decisiones políticas erróneas.
La directora de WOLA considera que la administración de Trump podría tomar medidas extremas para reforzar sus puntos de vista, lo que haría aún más difícil mantener una relación equilibrada con México. Además, advierte que las decisiones que se tomen en EE. UU. no solo afectarán a México, sino también a toda la región, especialmente cuando se tiene en cuenta la interacción de ambos países con China y otras potencias económicas.
¿Qué Podemos Esperar en el Futuro?
El futuro de la relación bilateral entre México y Estados Unidos bajo el liderazgo de Donald Trump es incierto, pero una cosa es clara: las tensiones volverán a ser un tema de discusión central. México deberá encontrar formas de resistir las presiones externas mientras mantiene una postura soberana, sin perder de vista el bienestar de sus ciudadanos y las implicaciones de las políticas internacionales en la región.
El reto es significativo, pero no insuperable. Con una estrategia diplomática sólida y un compromiso hacia el respeto mutuo, México podrá navegar los desafíos de una relación bilateral que podría volverse aún más transaccional, como lo fue durante el primer gobierno de Trump. El tiempo dirá si la resiliencia mexicana será suficiente para contrarrestar las políticas agresivas del vecino del norte.
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil
TE PODRÍA INTERESAR