Hace casi tres décadas, cuando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entró en vigor, México lanzó una campaña para convencer a los estadounidenses de los beneficios de la integración comercial trinacional. Hoy, bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el escenario se repite. Con la posibilidad del regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el gobierno mexicano busca reforzar su narrativa sobre las ventajas del acuerdo comercial.
En el marco de la reciente Cumbre del G-20 en Río de Janeiro, la presidenta Claudia Sheinbaum conversó con Joe Biden y Justin Trudeau sobre la necesidad de destacar los logros del T-MEC, un esfuerzo que será liderado por Marcelo Ebrard desde la Secretaría de Economía.
El plan de México: un documento para defender el T-MEC
El equipo de Ebrard ya trabaja en un documento estratégico que busca resaltar los beneficios económicos y sociales del T-MEC. Este análisis incluirá un enfoque comparativo sobre el impacto del tratado en la economía mexicana, especialmente en sectores clave como:
- Industria automotriz, electrónica y de cómputo: La integración de cadenas de suministro ha fortalecido la competitividad regional.
- Agroindustria: La oferta inter estacional de productos garantiza estabilidad en los mercados.
- Precios al consumidor: La disminución de costos beneficia a las economías familiares.
- Propiedad intelectual: México ha cumplido con los estándares exigidos por sus socios comerciales.
Con esta estrategia, México busca contrarrestar la retórica de Trump, quien en sus discursos de campaña ha señalado que el país se ha «aprovechado» de Estados Unidos en términos comerciales.
China vs. México: el nuevo foco comercial de Estados Unidos
Uno de los puntos a favor de México es que Estados Unidos ve a China como su principal rival comercial. Esto ha reforzado la percepción de México como un aliado confiable dentro del bloque norteamericano.
Esta semana, el equipo de Ebrard subrayó que la inversión china en México es limitada, lo que refuerza la narrativa de que nuestro país no depende de capitales asiáticos. En un contexto global donde las tensiones entre Estados Unidos y China crecen, el T-MEC se posiciona como una herramienta clave para mantener la competitividad del bloque frente a otras potencias económicas.
El reto: convencer al ciudadano estadounidense
Si bien el T-MEC ha demostrado beneficios tangibles, su éxito depende de la percepción que los ciudadanos y políticos estadounidenses tengan sobre el tratado. En su primera campaña presidencial, Trump logró posicionar la idea de que México estaba explotando las ventajas comerciales de Estados Unidos, una narrativa que podría resurgir en 2024.
El desafío de México será comunicar de manera efectiva cómo el T-MEC beneficia a ambas naciones, desde la creación de empleos hasta la estabilidad económica regional.
Sheinbaum, Ebrard y el papel de la diplomacia económica
El gobierno de Sheinbaum tiene la oportunidad de consolidar a México como un líder en la región, utilizando el T-MEC como un pilar de su estrategia económica y diplomática. Marcelo Ebrard, con su experiencia como canciller, es clave en este esfuerzo. Su capacidad para construir argumentos sólidos y generar alianzas internacionales será crucial en las semanas previas al inicio de la campaña presidencial en Estados Unidos.
Mendel: innovación en gestión de viajes corporativos
Mientras tanto, en el ámbito empresarial, Mendel, plataforma de gestión de viajes corporativos liderada por Alejandro Zecler, ha lanzado una nueva herramienta de reservas en línea. Esta suite promete reducir hasta cuatro veces los costos de transacciones y manejo tradicional de viajes corporativos. Esta innovación refleja el dinamismo de las empresas mexicanas en la adopción de tecnología para optimizar recursos y procesos.
T-MEC, una herramienta estratégica que debe ser defendida
El T-MEC no solo representa un acuerdo comercial, sino también un símbolo de la integración y colaboración regional en un mundo cada vez más polarizado. Con Trump potencialmente de regreso en la Casa Blanca, México enfrenta el desafío de reforzar su posición como socio indispensable para Estados Unidos y Canadá.
La clave estará en la capacidad del gobierno mexicano para equilibrar el discurso político, la diplomacia económica y los resultados tangibles que beneficien a todos los países involucrados.
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