La madrugada del sábado amaneció con estruendo en varias regiones de Ucrania. Rusia ejecutó un ataque aéreo masivo que combinó misiles, bombas guiadas y drones, dejando al menos cinco muertos y más de 20 heridos, según informaron autoridades locales.
Kharkiv bajo la noche más fuerte de la guerra
Kharkiv, la segunda ciudad más grande del país, fue el epicentro del golpe. El alcalde Igor Terekhov denunció un ataque sin precedentes con 48 drones de origen iraní, dos misiles y cuatro bombas guiadas.
El resultado: al menos tres civiles muertos y 17 heridos, incluidos niños. El gobernador Oleg Synegubov confirmó que entre los afectados había dos menores. Además, edificios residenciales quedaron en ruinas.
Terekhov calificó el bombardeo como “el más fuerte desde el inicio de la guerra”. Las defensas ucranianas interceptaron decenas de drones y misiles, pero no lograron evitar todos los impactos.
También bombardean Kherson, Dnipró y Lutsk
El sur no quedó exento. En la ciudad portuaria de Kherson, un ataque aéreo mató a una pareja y dañó dos edificios residenciales. En Dnipró, dos mujeres, de 45 y 88 años, resultaron heridas.
Más al oeste, en Lutsk, una mujer en veintena falleció, elevando el número total de víctimas mortales.
La respuesta ucraniana y la escalada militar
Este ataque sucede justo después de una operación ucraniana de gran envergadura, llamada “Operación Telaraña”, en la que más de cien drones alcanzaron bases aéreas rusas. Moscú lo calificó de agresión estratégica y prometió represalias.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, vinculó el ataque como respuesta directa, señalando que era “una cuestión existencial y de seguridad nacional” .
Impacto humanitario y diplomático
En medio del caos, Ucrania propuso una tregua de 30 días, pero Moscú la rechazó, exigiendo que Kiev retire tropas de territorios ocupados, suspenda apoyo occidental y se aleje de la OTAN. Zelensky calificó esas condiciones como “ultimátums antiguos” y llamó a una cumbre trilateral con Putin y Trump .
¿Qué viene después en la guerra?
Este ataque marca uno de los mayores escalones en la intensificación de la guerra en Ucrania. La capacidad defensiva y la resiliencia ucraniana serán puestas a prueba. El regreso de ataques masivos podría presionar a Occidente para reforzar sanciones y ayuda militar.
Sin embargo, la propuesta de interacción diplomática, aunque tensa, mantiene un hilo para posibles negociaciones futuras. El mañana puede no sólo determinar el terreno militar, sino también el rumbo de la paz.


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