En un giro diplomático que mantiene la tensión internacional, Rusia considera que el impulso alcanzado en la cumbre de Alaska entre Vladimir Putin y Donald Trump se ha agotado. Serguei Ryabkov, viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, señaló que los esfuerzos de ciertos países europeos por prolongar el conflicto han erosionado la posibilidad de un arreglo político duradero.
“Por desgracia, debemos constatar que el fuerte impulso alcanzado en Anchorage resultó agotado en gran medida por los esfuerzos de sus enemigos”, declaró Ryabkov, advirtiendo que estas acciones podrían obstaculizar cualquier avance diplomático.
Riesgo por entrega de misiles Tomahawk a Ucrania
El diplomático ruso también expresó su preocupación por la posible entrega de misiles de crucero Tomahawk a Ucrania. Según Ryabkov, su uso requeriría participación directa de militares estadounidenses, y su presencia podría significar una escalada cualitativa del conflicto.
“Sería un paso serio hacia una escalada más, pero no influirá en nuestra determinación de alcanzar los objetivos fijados respecto a Ucrania”, enfatizó, subrayando que la prudencia y el sentido común de Washington son cruciales para evitar un deterioro de las relaciones bilaterales.
START III: propuesta rusa para mantener equilibrio estratégico
En paralelo, Moscú ha propuesto extender durante un año las limitaciones cuantitativas del Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START III), vigente hasta febrero de 2026. La iniciativa busca mantener 1,500 ojivas nucleares y 700 rampas de lanzamiento, siempre que Estados Unidos no realice movimientos que Rusia interprete como una ruptura del equilibrio estratégico.
Ryabkov destacó que esta propuesta busca extender la mano diplomática, y afirmó que la falta de respuesta oficial de Washington no preocupa a Moscú.
Perspectiva geopolítica
Analistas internacionales consideran que la posición rusa refleja una estrategia de presión diplomática combinada con disuasión militar. La advertencia sobre los misiles Tomahawk y la insistencia en mantener el START III en términos favorables evidencian la intención de controlar la escalada y proteger intereses estratégicos mientras la diplomacia internacional se mantiene en punto muerto.
Los próximos meses serán determinantes, especialmente ante la continua participación europea en el conflicto y la influencia de Estados Unidos en la entrega de armamento a Ucrania. La comunidad internacional observa con atención cada declaración, mientras el futuro de la región sigue marcado por la incertidumbre.


TE PODRÍA INTERESAR