La desaparición que conmocionó a los fieles
El 14 de septiembre, la noticia sobre el robo de una reliquia de Carlo Acutis sacudió a la comunidad católica de Venezuela. La reliquia, un pedazo de tela circular considerada de tercer grado, desapareció de la parroquia Santo Domingo de Guzmán, ubicada en el municipio Cardenal Quintero, estado Mérida. La denuncia se presentó el 9 de septiembre, apenas días después de la canonización del primer santo millennial por la Iglesia Católica, el Papa León XVI.
La importancia espiritual de la reliquia
El coordinador del grupo juvenil de devotos, Adrián García, expresó su consternación: “Hasta ahora no hay información, sigue desaparecida. Tenemos fe en Dios que aparezca, tiene un gran valor espiritual”. Las reliquias de tercer grado, como esta, son objetos que en algún momento fueron tocados por el santo durante su vida y permiten que los fieles se acerquen a su fe y devoción.
Diferencias entre los grados de reliquias
Las reliquias se clasifican en tres niveles de cercanía al santo. Las de tercer grado incluyen objetos que fueron tocados por el santo, como un pedazo de tela. Las de segundo grado consisten en vestimentas u objetos utilizados frecuentemente por el santo durante su vida. Por último, las reliquias de primer grado son aquellas que contienen partes del cuerpo del beato, como huesos, cabello, piel o sangre, y tienen un valor espiritual y litúrgico excepcional.
Carlo Acutis: el primer santo millennial
Carlo Acutis, canonizado recientemente, representa la conexión entre la fe y las nuevas generaciones. Su vida, dedicada a la evangelización digital y a la promoción de la Eucaristía, ha inspirado a jóvenes de todo el mundo. La desaparición de esta reliquia genera preocupación entre quienes buscan mantener viva su memoria y devoción en Venezuela y América Latina.
Acciones y búsqueda de la reliquia
Tras el reporte, las autoridades eclesiásticas locales y grupos juveniles iniciaron la búsqueda del relicario, un objeto de vidrio que contenía la tela. La parroquia y los devotos llaman a la comunidad a colaborar con información que pueda permitir recuperar la reliquia, destacando su significado no solo como objeto material, sino como un vínculo espiritual entre los fieles y el santo.
Impacto en la comunidad y devoción
El hurto ha generado un impacto emocional entre los feligreses, quienes esperaban venerar la reliquia tras la canonización de Acutis. La pérdida temporal de este símbolo ha reforzado la necesidad de proteger los bienes religiosos y sensibilizar sobre la importancia del patrimonio espiritual.


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