La muerte de un papa es uno de los eventos más significativos en la vida de la Iglesia Católica. Más allá del luto espiritual, se activa una maquinaria milenaria regida por normas estrictas y tradiciones ancestrales. Ahora, con la atención hipotética partida del Papa Francisco, la mundial se posa sobre una figura poco conocida pero crucial: el camarlengo .
¿Quién es el camarlengo y qué funciones asume?
El cardenal Kevin Joseph Farrell , nacido en Irlanda y actual prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, fue nombrado camarlengo en 2019. A sus 77 años, Farrell no es solo un administrador: es el hombre que, en ausencia del pontífice, asume el cuidado temporal de la Iglesia universal.
La función del camarlengo no es espiritual ni doctrinal, sino administrativa. No puede tomar decisiones que comprometan el futuro del papado , pero sí garantiza el funcionamiento diario del Vaticano hasta la elección del nuevo sucesor de Pedro.
Primer acto del camarlengo: confirmar la muerte del papa
Tradicionalmente, el camarlengo era quien golpeaba suavemente la frente del papá con un pequeño martillo de plata para certificar su muerte. Hoy, ese gesto ha sido reemplazado por prácticas médicas modernas, pero el simbolismo permanece: él es quien oficialmente declara la sede vacante .
El ritual de la sede vacante y el control de los bienes papales
Una vez declarada la muerte del pontífice, el camarlengo toma simbólicamente posesión del Palacio Apostólico del Vaticano, la residencia de verano en Castel Gandolfo y la Basílica de Letrán. Su papel incluye sellar las habitaciones del papá y velar por la seguridad de sus documentos personales.
Exequias y los nueve días de luto
En coordinación con el Colegio Cardenalicio, Farrell debe organizar las exequias papales , que históricamente se celebran en la Basílica de San Pedro. Francisco, sin embargo, expresó su deseo de ser enterrado en Santa María Mayor , lo que marcaría un cambio inédito en la tradición vaticana.
¿Cuándo se elige al nuevo papá?
El cónclave para elegir al próximo pontífice no puede comenzar antes de los 15 días siguientes a la muerte del papa. Este plazo permite a los cardenales del mundo llegar a Roma. El camarlengo convoca las «Congregaciones Generales» , reuniones previas donde se discuten los desafíos actuales de la Iglesia y se fijan los detalles del cónclave.
Las reglas de oro: Universi Dominici Gregis
Todos estos procedimientos están estipulados en el documento promulgado por Juan Pablo II en 1996: “Universi Dominici Gregis” , que regula desde las exequias hasta el desarrollo del cónclave. En él se establece que todos los miembros de la Curia Romana deben cesar en sus funciones al morir el papa, a excepción del camarlengo.
¿Qué podemos esperar ahora?
Tras la muerte de un papá, la Iglesia entra en una fase de introspección, simbolismo y renovación. El camarlengo, como custodio temporal del Vaticano, tiene en sus manos no solo el protocolo, sino el equilibrio entre tradición y modernidad. Su papel, discreto pero esencial, asegura que la transición hacia el próximo pontífice se realice con orden, solemnidad y respeto por los siglos de historia que le preceden.
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