La productividad: el motor del bienestar social
Cuando logramos hacer más con las mismas horas de trabajo, la productividad mejora y con ella el bienestar social. En lo colectivo, esto significa más ingresos, acceso a bienes y una economía más sólida.
En los últimos cinco años, Estados Unidos alcanzó un crecimiento histórico del 8.9% en productividad, incluso en un periodo marcado por la pandemia y la recesión. Este avance ofrece lecciones clave sobre cómo podemos transformar sectores aparentemente estancados, como los servicios, y aprovechar las crisis como oportunidades de cambio.
Innovación y práctica: el binomio del éxito
La productividad no se trata de trabajar más, sino de trabajar mejor. Esto implica:
- Práctica constante, como mejorar en ejercicios físicos con el tiempo.
- Uso inteligente de herramientas, como los atajos de teclado para tareas repetitivas.
La pandemia aceleró la adopción de tecnologías existentes, como las videollamadas, demostrando que la innovación debe ir acompañada de incentivos para ser utilizada.
Cuatro claves del incremento de productividad en EE.UU.
1. Redistribución laboral
La pandemia reconfiguró el mercado laboral:
- Renuncias masivas: Conocida como la “Gran Renuncia”, el número de dimisiones mensuales aumentó un 30% en 2022 en comparación con los niveles prepandemia.
- Transición a sectores más eficientes: Los trabajadores dejaron empleos mal remunerados en la hospitalidad o el comercio minorista para migrar hacia sectores como tecnología y servicios técnicos.
Este movimiento creó incentivos para que las empresas en sectores menos productivos mejoraran sus procesos y ofrecieran mejores salarios.
2. Auge de nuevos emprendedores
El número de nuevos negocios con empleados creció un 14.3% entre 2019 y 2022, alcanzando niveles no vistos en dos décadas. Estos emprendedores generaron competencia dentro de sus industrias, obligando a las empresas establecidas a aumentar su eficiencia para sobrevivir.
3. Adopción de tecnología y máquinas
Durante la pandemia, las empresas invirtieron más en herramientas tecnológicas y máquinas:
- Software y computadoras: Imprescindibles para el trabajo remoto.
- Inteligencia artificial: La innovación tecnológica impulsó sectores tradicionalmente lentos en mejoras, como los servicios de alimentos y hospitalidad.
4. Incentivos que transforman
Los cambios en productividad no son automáticos. Los incentivos económicos y de competencia son fundamentales:
- Competencia intersectorial: Las empresas debieron crear roles más eficientes para justificar salarios más altos.
- Competencia intrasectorial: Los nuevos negocios presionaron a las empresas existentes a volverse más ágiles y productivas.
Lecciones para el futuro
Aunque la pandemia no es deseable como motor de cambio, nos deja importantes lecciones:
- La innovación existe, pero necesita incentivos. Herramientas como las videollamadas estaban disponibles antes de 2020, pero no se usaron ampliamente hasta que la necesidad lo impuso.
- Incluso sectores estancados pueden transformarse. La hospitalidad y los servicios de alimentos demostraron que los cambios son posibles con las condiciones adecuadas.
- El trabajo remoto llegó para quedarse. Una tercera parte del trabajo en sectores como tecnología e investigación es ahora completamente remoto.
La productividad como eje del bienestar
El aumento de la productividad no solo beneficia a las empresas, sino que mejora las condiciones de vida al permitir menos horas de trabajo y mejores salarios. Para México y otros países en desarrollo, el ejemplo de EE.UU. demuestra que combinar innovación, tecnología y políticas de incentivos puede transformar incluso los sectores más complejos.
La pregunta clave es: ¿cómo generamos los incentivos adecuados sin esperar a una crisis global?
¡Únete a nuestro canal en WhatsApp! Las noticias más relevantes del día directamente en tu dispositivo móvil.


TE PODRÍA INTERESAR