El 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU concluyó este 29 de septiembre dejando claro el creciente rechazo internacional hacia Israel y el fortalecimiento del reconocimiento al Estado de Palestina. Actualmente, 157 países miembros de la organización —el 81% del total— respaldan la existencia de Palestina, mientras el gobierno de Benjamín Netanyahu se mantiene firme en su negativa.
Aislamiento diplomático de Israel
La imagen más simbólica de la Asamblea fue la salida masiva de delegaciones que abandonaron la sala en protesta por la guerra en Gaza, dejando solo al primer ministro israelí durante su discurso. El gesto coincidió con el anuncio de diez nuevos países, entre ellos Reino Unido, Francia y Canadá, que se sumaron al reconocimiento oficial del Estado palestino.
Pese a la presión, Netanyahu aseguró que nunca aceptará la creación de un Estado palestino, al considerarlo un “suicidio político” para Israel.
Críticas internacionales por la guerra de Gaza
El conflicto en Gaza fue el tema central de las intervenciones de más de 170 países. La primera ministra italiana, Georgia Meloni, aseguró que Israel “ha traspasado un límite”, mientras que el canciller alemán Johann Wadephul calificó la situación en Gaza como “un infierno en la Tierra” y “una pesadilla humanitaria”.
Aun así, Netanyahu mantuvo su postura desafiante y ni siquiera se reunió con el secretario general de la ONU, António Guterres, rompiendo con un protocolo diplomático que suele considerarse imprescindible.
El papel de Estados Unidos y China
La Asamblea también estuvo marcada por la intervención del presidente estadounidense Donald Trump, quien criticó duramente a Naciones Unidas y defendió el unilateralismo. Sus declaraciones contrastaron con el mensaje del primer ministro chino Li Qiang, quien advirtió que el mundo no debe regresar a una “ley de la selva” dominada por los más fuertes.
La ausencia de líderes como Vladímir Putin, Xi Jinping, Nicolás Maduro o Nayib Bukele también reflejó un escenario global fragmentado, donde la cuestión palestina sigue siendo el principal punto de tensión diplomática.
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