Durante décadas, Nintendo ha protegido con celo los símbolos que han definido su legado. Desde el bigote de Mario hasta el icónico bloque con signo de interrogación, la compañía japonesa ha demostrado que no hay detalle demasiado pequeño cuando se trata de su propiedad intelectual. Esta vez, la batalla legal tuvo lugar en Perú, donde un negocio local fue acusado de importar productos sin licencia inspirados en el universo de Super Mario Bros.
El inicio del conflicto
El caso comenzó cuando la empresa Heyday S.A.C. comercializó lámparas con forma del famoso bloque amarillo con signo de interrogación —uno de los objetos más reconocibles de los videojuegos— sin autorización de Nintendo. Aunque para muchos parecía un simple producto decorativo, para la compañía japonesa se trataba de una infracción directa a los derechos de autor de Mario y su universo.
Nintendo of America presentó una denuncia formal ante el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI), alegando un uso indebido de su diseño protegido. Tras una larga revisión, el veredicto fue contundente: Heyday S.A.C. debía pagar una multa equivalente a 117,593 soles peruanos (unos 34 mil dólares) y retirar todos los productos del mercado.
La decisión que marca un precedente
La investigación del INDECOPI concluyó que las lámparas coincidían en un 100% con el diseño original del Question Mark Block de Super Mario. En consecuencia, se incautaron 4,500 unidades de los artículos en aduanas peruanas, consolidando el triunfo de Nintendo en un fallo que podría transformar la manera en que se regula la propiedad intelectual de los videojuegos en Latinoamérica.
Más allá de una sanción económica, el caso envía un mensaje claro: las grandes marcas de la industria no tolerarán la piratería ni las imitaciones, incluso en mercados donde estas prácticas suelen pasar inadvertidas.
El impacto en la región gamer
Perú no es el único país donde las compañías de videojuegos están tomando acción. En las últimas semanas, PlayStation también presentó una demanda similar contra la venta de productos falsificados. Esta tendencia refleja un nuevo capítulo en la protección de marcas en la región, que históricamente ha enfrentado altos niveles de comercio informal y piratería digital.
La victoria de Nintendo es simbólica: no solo defiende su propiedad, sino que protege la integridad cultural de uno de los universos más queridos de la historia del gaming. Para los fanáticos, cada bloque de interrogación representa la magia del descubrimiento; para Nintendo, representa décadas de creatividad e inversión que no está dispuesta a ver diluidas por copias sin licencia.
Un futuro más estricto para los comercios
Con este fallo, las tiendas que importan o venden artículos inspirados en franquicias como Mario, Zelda o Pokémon deberán verificar si cuentan con la licencia correspondiente. De no hacerlo, podrían enfrentarse a multas similares o incluso a la confiscación de mercancía.
La advertencia está hecha: el signo de interrogación de Mario no es solo un ícono del entretenimiento, sino también un recordatorio legal del poder de Nintendo sobre su legado.


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