El pasado 17 de noviembre, un desafortunado accidente en Armenia, Quindío, marcó de por vida a una familia. Emanuel Arias García, un bebé de apenas 9 meses, falleció tras ingerir una bola navideña mientras estaba al cuidado de sus abuelos. El hecho ocurrió en el hogar de estos, mientras su padre se encontraba ausente.
A pesar de ser trasladado de inmediato a la clínica La Sagrada Familia, donde se realizaron esfuerzos médicos durante tres días, Emanuel no logró superar la obstrucción provocada por el objeto. Su muerte, registrada el 20 de noviembre, dejó a la comunidad sumida en la tristeza y generó una reflexión sobre los riesgos cotidianos que pueden amenazar a los niños pequeños.
¿Cómo ocurrió el incidente?
Los abuelos del menor actuaron rápidamente al percatarse del accidente, llevándolo al centro médico más cercano. Sin embargo, las complicaciones causadas por la obstrucción fueron irreversibles. Según las autoridades locales, el caso fue asumido por el Laboratorio Móvil de Criminalística de la Seccional de Investigación Criminal (Sijín), que llevó a cabo la inspección técnica del cadáver para asegurar el cumplimiento de los procedimientos legales.
Este trágico suceso es un recordatorio doloroso de los peligros que pueden surgir en el hogar, especialmente durante la temporada navideña. Adornos aparentemente inofensivos pueden convertirse en riesgos mortales si no se toman las precauciones necesarias.
Otro caso alarmante en Valledupar
Este no es el único incidente reciente que involucra a menores. En Valledupar, Cesar, una niña de un año y dos meses falleció tras recibir una inyección en una droguería local. Según los padres, la llevaron al establecimiento debido a problemas respiratorios, pero un tratamiento inadecuado provocó su deceso.
La tragedia llevó al cierre del establecimiento por parte de la Secretaría de Salud, tras hallar medicamentos vencidos en el lugar. Este hecho resalta la urgencia de garantizar que todos los puntos de atención médica cumplan con estrictos controles sanitarios.
Reflexión y medidas preventivas
Ambos casos han generado conmoción en sus respectivas comunidades y plantean una urgente necesidad de generar conciencia sobre los riesgos en el hogar y el acceso a servicios médicos no regulados.
Durante las festividades, es esencial:
- Supervisar a los niños pequeños en todo momento.
- Evitar adornos pequeños o frágiles al alcance de los menores.
- Asegurarse de que los medicamentos y tratamientos sean proporcionados por personal capacitado.
Estas medidas no solo previenen accidentes, sino que también protegen a los más vulnerables de las familias: los niños.
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