Ataques aéreos y tiroteos en Gaza se cobraron la vida de 94 palestinos durante la noche, incluyendo un bombardeo a un centro de reparto de alimentos que mató a 45 personas, poniendo en jaque los esfuerzos diplomáticos de Estados Unidos por un alto al fuego.
En una de las jornadas más letales de las últimas semanas, los ataques israelíes sobre la Franja de Gaza han dejado un saldo de al menos 94 palestinos muertos y cientos de heridos, según informaron fuentes hospitalarias y el Ministerio de Salud de Gaza. El hecho más devastador ocurrió cuando un ataque impactó a una multitud que esperaba recibir ayuda humanitaria, resultando en la muerte de al menos 45 personas y convirtiendo una fila por alimentos en una escena de masacre.
Este episodio de violencia extrema se produce en un momento de máxima tensión diplomática, apenas horas después de que Estados Unidos anunciara que Israel había aceptado una propuesta de tregua de 60 días. La escalada en el terreno contradice frontalmente los anuncios de Washington y expone una profunda brecha con el gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
«Una condena a muerte»: El peligro de buscar alimento
El ataque al punto de distribución de alimentos no es un hecho aislado. Se suma a una serie de incidentes reportados donde civiles palestinos han sido blanco de ataques mientras buscaban provisiones básicas para sobrevivir. La situación ha llevado a que el Secretario General de la ONU, António Guterres, declarara que «la búsqueda de comida no debería ser nunca una condena a muerte».
Organizaciones de derechos humanos y contratistas de seguridad estadounidenses en la zona han reportado previamente que se han efectuado disparos contra multitudes que intentaban acceder a los escasos camiones de ayuda que ingresan a la Franja. Esta situación, agravada por el intenso calor del verano y una crisis de malnutrición que, según reportes, pone en riesgo de muerte a 580 bebés prematuros, pinta un cuadro de catástrofe humanitaria sin precedentes.
«Hay personas muriendo sólo por intentar alimentar a sus familias. La búsqueda de comida no debería ser nunca una condena a muerte». – António Guterres, Secretario General de la ONU.
La tregua fantasma: Netanyahu desafía a Washington
Mientras la diplomacia estadounidense asegura contar con el respaldo de Israel para un alto al fuego, las acciones y declaraciones del gobierno israelí sugieren lo contrario. El primer ministro Netanyahu ha insistido públicamente en que cualquier acuerdo debe conducir a la eliminación total de Hamás, una condición que la milicia palestina rechaza, exigiendo a su vez la retirada completa de las tropas israelíes.
Dentro del propio gabinete de guerra israelí, figuras de la ultraderecha y «halcones» del gobierno han expresado su rechazo a la propuesta estadounidense, buscando activamente «torpedear» cualquier acuerdo que no cumpla con los objetivos militares máximos de Israel. Esta postura ha generado una creciente frustración entre los aliados occidentales, como Francia y Reino Unido, que aumentan la presión para una desescalada inmediata.
La continuación de los bombardeos tras el anuncio de la tregua es vista por analistas como una clara señal de que el liderazgo militar y político de Israel opera con una agenda que no está necesariamente alineada con la de su principal aliado, Estados Unidos.
La comunidad internacional observa con alarma cómo la brecha entre las declaraciones diplomáticas y la brutal realidad en el terreno se ensancha, dejando a millones de civiles atrapados en un ciclo de violencia, hambre y desesperación que parece no tener fin.
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