Maldivas marca un antes y un después en la lucha global contra el tabaco
En un hecho sin precedentes a nivel mundial, Maldivas se convirtió en el primer país en aplicar lo que ya se conoce como la “Prohibición Generacional”, una norma que impedirá fumar de por vida a todas las personas nacidas en 2007 o años posteriores. Desde la medianoche del pasado sábado, esta medida entró oficialmente en vigor, marcando un punto de inflexión en la historia de las políticas de salud pública.
El presidente Mohamed Muizzu celebró la entrada en vigor de la ley destacando que el objetivo no es solo prohibir, sino transformar la mentalidad colectiva hacia una cultura libre de adicciones. En declaraciones al diario Mihaaru, el mandatario expresó que la erradicación de los hábitos no saludables debe ser “una misión nacional compartida” y no solo una iniciativa gubernamental.
Su discurso apeló a la conciencia ciudadana, a la responsabilidad intergeneracional y a la visión de un futuro en el que los niños maldivos crezcan sin el olor del humo en las calles ni la sombra del tabaco en los hogares.
Una ley pionera que apunta a las nuevas generaciones
La Prohibición Generacional no solo impide fumar a los nacidos desde 2007, sino que también eleva la edad mínima para comprar productos de tabaco de los 18 a los 21 años. A partir de ahora, cualquier adquisición deberá ir acompañada de una verificación de edad estricta, una medida que busca impedir el acceso de menores y jóvenes al cigarrillo.
El gobierno maldivo ha reforzado además la fiscalización del comercio local y los puntos de venta, advirtiendo que cualquier establecimiento que incumpla la norma será sancionado con multas severas. Las autoridades esperan que la ley no solo limite el consumo, sino que también envíe un mensaje contundente a las futuras generaciones: el tabaco pertenece al pasado.
Para un país que depende del turismo y el bienestar de sus habitantes, la iniciativa representa un salto hacia una sociedad más consciente de su salud y su medio ambiente.
Las cifras detrás de una decisión histórica
El impacto económico del tabaco en Maldivas es considerable. Según datos de aduanas, cada año se importan cerca de 500 millones de cigarrillos, con un valor estimado de mil millones de rupias maldivas (unos 56 millones de euros). Esta cifra, en un país de apenas medio millón de habitantes, ilustra la magnitud del consumo interno.
Aun así, el costo más alto no se mide en rupias, sino en vidas. El gasto sanitario derivado de enfermedades relacionadas con el tabaco representa el 9.7 por ciento del PIB nacional, una carga que amenaza con comprometer los recursos públicos y las políticas de bienestar.
Con la nueva ley, el gobierno busca revertir esa tendencia y liberar a las generaciones venideras del peso económico y sanitario del tabaquismo.
Salud, cultura y transformación social
El Ministerio de Sanidad de Maldivas acompañó la entrada en vigor de la normativa con una original campaña ciudadana: una carrera de relevos de 24 horas, símbolo del esfuerzo continuo que requiere mantener hábitos saludables. La actividad, que reunió a jóvenes, deportistas y familias, sirvió como metáfora viva de la lucha contra el tabaco: un relevo de compromiso de una generación a otra.
El evento fue transmitido en medios nacionales y redes sociales, generando una ola de apoyo ciudadano. Escuelas, organizaciones comunitarias y clínicas locales se sumaron con charlas educativas y talleres de prevención.
El mensaje fue claro: el cambio cultural no se impone solo con leyes, sino con educación y ejemplo. La Prohibición Generacional, más que una restricción, se presentó como una promesa colectiva de bienestar.
Un precedente para el mundo
La medida maldiva podría inspirar a otras naciones a seguir el mismo camino. Expertos en salud pública de Asia y Europa ya han calificado la iniciativa como un “experimento global” que podría redefinir la manera en que los países enfrentan el tabaquismo.
Mientras que en muchos lugares aún se discute cómo reducir el consumo, Maldivas ha decidido cortar el problema desde la raíz: evitar que las nuevas generaciones siquiera comiencen a fumar. Su enfoque se alinea con las recomendaciones más ambiciosas de la Organización Mundial de la Salud, que desde hace años advierte sobre los peligros del consumo juvenil.
El impacto geopolítico de esta decisión también es relevante. Maldivas, una nación insular conocida por su belleza natural, busca posicionarse como ejemplo de liderazgo social y ambiental en el escenario internacional. Su apuesta por la salud pública podría fortalecer su reputación como destino sostenible y consciente.
El futuro sin humo de Maldivas
El desafío, sin embargo, apenas comienza. Implementar la ley requerirá un sistema robusto de vigilancia, campañas educativas permanentes y el compromiso de los ciudadanos. Pero el espíritu de cambio ya se respira en las islas.
El gobierno ha anunciado que continuará promoviendo políticas complementarias, como el aumento de impuestos al tabaco y programas de rehabilitación para fumadores adultos. La meta es que, hacia 2040, Maldivas pueda declararse oficialmente un país libre de tabaco.
En una era marcada por la contaminación y los excesos de consumo, la Prohibición Generacional se erige como un símbolo de esperanza: un recordatorio de que el bienestar colectivo comienza con decisiones valientes.
Maldivas no solo ha prohibido fumar a los nacidos en 2007; ha encendido una chispa diferente, una que invita al mundo a respirar un aire nuevo, limpio y libre de humo.


TE PODRÍA INTERESAR