En medio del conflicto en Ucrania, un nuevo capítulo en la carrera armamentista global ha sido escrito con el lanzamiento del misil hipersónico ruso denominado Oreshnik («avellano» en ruso). Este misil balístico de alcance medio ha tomado por sorpresa a muchas naciones, ya que hasta el momento no se conocía la existencia de un arma de tal capacidad en el arsenal militar ruso.
El presidente Vladimir Putin, en su discurso reciente, dio detalles sobre esta nueva arma. Oreshnik se considera un misil balístico de alcance intermedio, con una capacidad para alcanzar objetivos a una distancia entre los 3,000 y los 5,500 kilómetros. A pesar de su alcance, el misil no entra en la categoría de los misiles intercontinentales (ICBM) que pueden alcanzar distancias superiores a los 5,500 km. Sin embargo, su capacidad de cubrir vastas áreas de Europa y hasta la costa oeste de Estados Unidos lo convierte en una amenaza significativa.
El alcance de la amenaza: ¿puede «Oreshnik» cambiar el equilibrio mundial?
El misil Oreshnik fue lanzado desde la región rusa de Astracán y logró golpear un objetivo en Ucrania, específicamente una fábrica de misiles en Dnipró. La distancia entre los dos puntos era de aproximadamente 1,000 km. Sin embargo, expertos como Pavel Podvig, del Instituto de Naciones Unidas para la Investigación sobre el Desarme (Unidir), han señalado que este misil podría amenazar la mayor parte de Europa, y en su versión extendida, incluso la totalidad de los Estados Unidos si se lanzara desde el Extremo Oriente ruso.
El desarrollo de Oreshnik se inscribe en un contexto más amplio de la creciente militarización de Rusia tras la salida de Estados Unidos del Tratado INF (Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio) en 2019. Este tratado, firmado en 1987, había prohibido la fabricación de misiles balísticos de corto y medio alcance entre las dos superpotencias. Con la retirada de EE.UU., Rusia retomó el desarrollo de misiles como el Oreshnik, lo que ha generado alarmas tanto en Europa como en otras potencias globales.
Características del misil hipersónico «Oreshnik» y su capacidad de maniobra
Lo que realmente distingue al Oreshnik es su velocidad. Según Putin, este misil puede alcanzar velocidades de Mach 10, lo que equivale a aproximadamente 12,350 kilómetros por hora, o 2.5 a 3 kilómetros por segundo. Esto significa que Oreshnik es prácticamente imparable para los sistemas actuales de defensa antimisiles.
El misil también está equipado con cargas maniobrables, lo que aumenta la complejidad de interceptarlo. La posibilidad de que el Oreshnik lleve múltiples ojivas, que siguen trayectorias independientes durante su entrada en la atmósfera, hace que su intercepción sea aún más difícil, incluso para los sistemas de defensa más avanzados desarrollados por Occidente.
Los expertos militares han observado que los sistemas de defensa antimisiles desplegados en Europa, especialmente los fabricados por Estados Unidos, no son capaces de contrarrestar la velocidad y maniobrabilidad de los misiles hipersónicos como el Oreshnik. Este tipo de armamento, combinado con la capacidad de transportar varias ojivas nucleares o convencionales, ofrece a Rusia una ventaja significativa en términos de disuasión y capacidad de ataque.
La prueba de combate: «Oreshnik» en acción
La reciente prueba de combate de Oreshnik fue acompañada de una serie de imágenes que mostraban potentes destellos de luz, lo que sugiere que el misil estaba llevando al menos seis cargas. Este tipo de tecnología de entrada múltiple permite que cada carga siga una trayectoria independiente cuando regresa a la atmósfera, lo que complica aún más su destrucción en el aire.
A pesar de ser un misil experimental, la demostración de su capacidad en un contexto de combate ha dejado claro que Oreshnik es una de las armas más avanzadas que Rusia posee actualmente. Sin embargo, Putin ha asegurado que el misil todavía está en fase de desarrollo, lo que sugiere que podrían realizarse más pruebas antes de que el sistema sea desplegado de manera masiva.
Implicaciones globales del desarrollo de misiles hipersónicos rusos
El desarrollo de misiles como el Oreshnik subraya un punto crítico en la actual carrera armamentista global. Con el fin del Tratado INF y la creciente amenaza de armas hipersónicas, el equilibrio de poder militar podría verse alterado de manera irreversible. Los sistemas de defensa antimisiles de países como Estados Unidos y sus aliados en Europa deberán adaptarse a una nueva realidad, donde los misiles tradicionales ya no ofrecen suficiente protección.
La creciente capacidad de Rusia para desarrollar y probar armas hipersónicas pone de manifiesto un desafío a las estrategias de disuasión nuclear tradicionales. Mientras tanto, las tensiones en Ucrania siguen creciendo, y el riesgo de una mayor escalada militar parece cada vez más real.
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