Donald Trump logró una victoria contundente en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, asegurando 295 votos del Colegio Electoral frente a los 226 de Kamala Harris y cerca del 60% del voto popular. A ello se suma el control republicano en el Senado y la Cámara de Representantes, así como una Corte Suprema con una mayoría conservadora de seis jueces, tres de ellos designados por Trump en su primer mandato.
Este regreso no solo marca un cambio en la dirección política de EE. UU., sino que refuerza la influencia de Trump en la toma de decisiones nacionales e internacionales.
Factores clave del triunfo republicano
Los analistas identifican seis factores principales que impulsaron la victoria de Trump:
- Economía: La alta inflación y el encarecimiento del crédito pesaron en los votantes.
- Base leal: Trump conservó el respaldo inquebrantable de su electorado tradicional.
- Migración y frontera: El descontento por la percepción de inseguridad y la presencia de inmigrantes ilegales movilizó a votantes.
- Tráfico de drogas: El fentanilo y otros estupefacientes se convirtieron en un tema prioritario en la agenda electoral.
- Guerras internacionales: Las acciones en Ucrania y Gaza dividieron opiniones y favorecieron una narrativa de “América primero”.
- Candidatura demócrata: Kamala Harris no logró generar el entusiasmo suficiente en comparación con Trump.
Incluso comunidades no tradicionales para los republicanos, como jóvenes afroamericanos y latinos, optaron por el regreso de Trump, marcando una tendencia inédita.
Repercusiones económicas inmediatas
El triunfo de Trump fortaleció al dólar, impulsó récords en los mercados bursátiles y disparó los rendimientos de los bonos gubernamentales. Sus promesas de mayor gasto público, alivios fiscales y crecimiento económico revitalizaron la confianza empresarial, aunque también generan dudas sobre el impacto a largo plazo en los déficits fiscales.
México y Trump: un nuevo capítulo diplomático
A diferencia de la postura del anterior Ejecutivo Federal, la presidenta Claudia Sheinbaum felicitó de inmediato a Trump y sostuvo una conversación telefónica con él, demostrando disposición para fortalecer el diálogo bilateral. Este gesto abre una oportunidad para mejorar las relaciones, tensas en el pasado.
Temas clave en la agenda bilateral
- Seguridad: Combatir al crimen organizado y frenar el tráfico de fentanilo serán puntos prioritarios.
- Migración: El control de flujos migratorios será un tema crítico, con atención a los derechos humanos.
- Comercio: Evitar el aumento de aranceles y garantizar la estabilidad del T-MEC será esencial para ambas economías.
Retos y oportunidades para México
La relación bilateral enfrenta desafíos adicionales:
- Reformas en México: Las reformas constitucionales en justicia, energía e hidrocarburos han generado desconfianza en inversionistas extranjeros y en el gobierno de EE. UU.
- Negociación del T-MEC: A mediados de 2026, la renegociación del tratado pondrá a prueba la diplomacia de ambas naciones.
Sin embargo, estos retos también representan una oportunidad para redefinir la relación y avanzar hacia una colaboración más efectiva y pragmática.
Un camino hacia el entendimiento mutuo
La clave para el éxito de la relación México-EE. UU. en esta nueva etapa será la buena diplomacia y el mutuo entendimiento. Con ambos gobiernos iniciando sus mandatos con meses de diferencia, existe un margen para alinear intereses y superar diferencias históricas.
Sheinbaum y Trump tienen ante sí la posibilidad de construir un puente sólido que permita enfrentar desafíos comunes y aprovechar oportunidades económicas y sociales.
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