La amenaza externa borra las divisiones internas. En un raro acto de unidad, la oposición israelí cierra filas detrás de Netanyahu, dándole carta blanca para “completar la misión” contra Irán. Analizamos la cohesión de una nación en pie de guerra.
En las horas posteriores al brutal intercambio de fuego con Irán, Israel se ha transformado en una fortaleza unificada. La habitual y ruidosa discordia política ha sido reemplazada por un silencio solemne y un cierre de filas casi total detrás del gobierno de guerra, mientras las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) se preparan para un conflicto que podría ser largo y sangriento.
“Completaremos la misión”: El mensaje de Netanyahu
Con la nación en vilo, el Primer Ministro Benjamin Netanyahu se dirigió al país y al mundo con un mensaje de determinación inquebrantable. Agradeció el apoyo crucial de Estados Unidos y prometió continuar la «Operación León Ascendente» hasta su conclusión.
Sus palabras fueron secundadas por el Ministro de Defensa, Israel Katz, quien afirmó que Irán había «cruzado todas las líneas rojas» y, por lo tanto, «pagará un alto precio».
Unidad nacional: Oposición y gobierno, un solo frente
Lo más sorprendente de la jornada ha sido la reacción de la clase política. La amenaza existencial que representa un ataque directo de Irán ha logrado lo que parecía imposible: unificar al gobierno con la oposición. Yair Lapid, líder de la oposición y uno de los críticos más feroces de Netanyahu, expresó su «apoyo total» a las fuerzas de seguridad y a las acciones del gobierno para proteger a los ciudadanos.
Este respaldo, replicado por otros líderes opositores, es un pilar fundamental de la doctrina de defensa israelí. En momentos de crisis extrema, las diferencias políticas se aparcan en favor de la supervivencia nacional. Esta unidad le otorga a Netanyahu un cheque en blanco para proseguir con la ofensiva, silenciando, al menos temporalmente, las críticas internas que asediaban a su gobierno por otras cuestiones, como la controvertida reforma judicial.
El frente interno: Resiliencia bajo fuego
A nivel militar, las IDF han elevado su nivel de alerta al máximo, realizando ejercicios a gran escala en la frontera norte con Líbano para prevenir una posible apertura de un segundo frente con Hezbollah. A nivel civil, a pesar de la tensión y el miedo, la población ha demostrado una notable resiliencia, intentando mantener una apariencia de normalidad. Las escuelas permanecen cerradas, pero muchos negocios continúan abiertos, en un acto de desafío que busca negar al enemigo una victoria psicológica.
La crisis actual, paradójicamente, ha fortalecido la posición de Netanyahu. La amenaza iraní ha consolidado su figura de «comandante en jefe», relegando los problemas internos a un segundo plano.


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