En una noche que prometía ser tranquila, el vuelo 5342 de American Eagle, operado por American Airlines, despegó de Wichita, Kansas, con destino al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan en Washington D.C. A bordo, 60 pasajeros y cuatro tripulantes disfrutaban de un vuelo sin contratiempos. Entre los pasajeros se encontraban reconocidos patinadores artísticos que habían participado en un campamento en Wichita. La atmósfera en la cabina era de satisfacción y cansancio tras días de intensa práctica y competencia.
Mientras tanto, un helicóptero militar Sikorsky UH-60 Black Hawk, con tres militares a bordo, realizaba maniobras de rutina en las proximidades del río Potomac. La noche era clara, y las condiciones climáticas eran óptimas para el vuelo. Sin embargo, en un giro trágico del destino, alrededor de las 21:00 horas, ambas aeronaves colisionaron en el aire mientras el avión se aproximaba a la pista 33 del aeropuerto.
Operaciones de rescate y recuperación
Tras el impacto, los equipos de emergencia se movilizaron rápidamente. Más de 300 efectivos trabajaron incansablemente en las gélidas aguas del río Potomac, enfrentando condiciones adversas con temperaturas bajo cero y bloques de hielo que dificultaban las labores de rescate. Hasta el momento, se han recuperado 28 cuerpos: 27 pertenecientes a los ocupantes del avión y uno del helicóptero.
El jefe de bomberos de Washington D.C., John Donnelly, describió la operación como “altamente compleja”, destacando las extremas condiciones que enfrentaban los rescatistas. A pesar de sus esfuerzos, no se han encontrado sobrevivientes.
Reacciones oficiales y medidas adoptadas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue informado detalladamente sobre el accidente y expresó: “Que Dios bendiga sus almas. Gracias por el increíble trabajo que están haciendo nuestros equipos de emergencias. Estoy siguiendo de cerca la situación y brindaré más detalles a medida que surjan”. Posteriormente, añadió que el siniestro “parece que debería haberse evitado”, cuestionando las acciones del helicóptero y la torre de control.
American Airlines, a través de su consejero delegado Robert Isom, manifestó su profunda preocupación por la colisión y aseguró que están “en contacto con las autoridades y colaborando en la respuesta de emergencia” La aerolínea ha proporcionado un número gratuito para que los familiares de los pasajeros puedan obtener información y ha prometido actualizar los detalles a medida que estén disponibles.
Investigación en curso
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha iniciado una investigación para determinar las causas exactas del accidente. Se analizarán las comunicaciones entre las aeronaves y la torre de control, las condiciones operativas y cualquier otro factor que pudiera haber contribuido a esta tragedia. El objetivo es esclarecer los hechos y prevenir futuros incidentes similares.


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