En una fatídica noche de enero, los cielos de Washington D.C. fueron testigos de una tragedia que conmocionó a la nación. Un avión de American Airlines, procedente de Wichita, Kansas, con 60 pasajeros y cuatro tripulantes a bordo, colisionó en pleno vuelo con un helicóptero militar Black Hawk que realizaba un vuelo de entrenamiento. El impacto ocurrió cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, sobre las gélidas aguas del río Potomac.
Detalles del accidente
Según informes de la Administración Federal de Aviación (FAA), el avión, un Bombardier operado por PSA Airlines, subsidiaria de American Airlines, se encontraba en fase de aproximación final cuando ocurrió la colisión. El helicóptero, perteneciente al 12° Batallón de Aviación del Ejército de Estados Unidos, estaba llevando a cabo una evaluación nocturna obligatoria con una tripulación experimentada.
Operaciones de rescate y recuperación
Tras el impacto, ambas aeronaves se precipitaron al río Potomac. Equipos de emergencia, incluyendo bomberos y unidades de rescate, se movilizaron rápidamente para llevar a cabo operaciones de búsqueda y rescate. Sin embargo, las bajas temperaturas del agua, cercanas a los 2 grados Celsius, dificultaron las labores y redujeron las posibilidades de encontrar sobrevivientes. Hasta el momento, se han recuperado 28 cuerpos, y las autoridades han expresado que no esperan hallar sobrevivientes.|
Reacciones oficiales
El presidente Donald Trump lamentó el suceso y cuestionó las circunstancias que llevaron al accidente. En su plataforma Truth Social, escribió: «¿Por qué la torre de control no le dijo al helicóptero qué hacer en lugar de preguntar si vieron el avión? Esta es una mala situación que parece que debería haberse evitado».
Investigación en curso
Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las causas exactas de la colisión. Se analizarán las comunicaciones entre la torre de control y ambas aeronaves, así como las condiciones operativas en el momento del accidente. El Secretario de Defensa, Pete Hegseth, informó que el helicóptero realizaba una evaluación nocturna obligatoria y que la tripulación contaba con gafas de visión nocturna en el momento del accidente.
Impacto en la comunidad
Este trágico incidente ha dejado una profunda huella en la comunidad de la aviación y en todo el país. Entre las víctimas se encontraban reconocidos patinadores y entrenadores que regresaban de un evento en Wichita. La comunidad local y nacional se ha unido en duelo, ofreciendo apoyo a las familias afectadas y esperando respuestas sobre las causas de esta devastadora colisión.
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