El movimiento Hamas anunció este viernes que acepta algunos puntos del plan de paz impulsado por Donald Trump para poner fin a la guerra en la Franja de Gaza, incluyendo la liberación de todos los rehenes restantes y la disposición a entregar el poder. Sin embargo, aclaró que otros elementos de la propuesta requieren más consultas entre los palestinos, lo que deja abierta la incertidumbre sobre el futuro del acuerdo.
La declaración llegó pocas horas después de que Trump advirtiera públicamente que Hamas debía aceptar el plan antes del domingo por la noche, o de lo contrario enfrentaría una ofensiva militar aún mayor. Este ultimátum se produce en un contexto marcado por la proximidad del segundo aniversario del ataque del 7 de octubre, que detonó la actual escalada bélica entre Israel y Gaza.
El contenido de la aceptación parcial
De acuerdo con el comunicado de Hamas, el grupo está dispuesto a implementar dos de los puntos más relevantes del plan:
- La liberación de todos los rehenes israelíes que permanecen en Gaza.
- La entrega del poder político y administrativo, un paso que abriría el camino para la formación de un gobierno de transición palestino.
No obstante, los dirigentes del movimiento señalaron que ciertos aspectos relacionados con la seguridad y la administración del territorio requieren un proceso de consulta más amplio entre facciones palestinas, lo que significa que el plan no cuenta aún con un aval completo.
La presión de Donald Trump
El expresidente estadounidense, que promueve este plan como parte de su agenda internacional, ha insistido en que el acuerdo debe cerrarse con rapidez para poner fin a un conflicto que ha dejado miles de muertos y desplazados en Gaza. Según Trump, la liberación de rehenes y la retirada de fuerzas israelíes marcarían un punto de inflexión en la crisis, y su gobierno está decidido a lograrlo antes del aniversario del ataque del 7 de octubre.
La amenaza de una ofensiva militar más contundente refuerza la presión sobre Hamas, aunque algunos analistas advierten que podría entorpecer las negociaciones al endurecer las posturas dentro de las facciones palestinas.
La posición de Israel y la comunidad internacional
El gobierno de Israel ya ha expresado su aceptación al plan, viéndolo como una oportunidad para recuperar a sus ciudadanos retenidos en Gaza y avanzar hacia una posible desmilitarización del enclave. La propuesta también ha recibido una acogida positiva en el ámbito internacional, especialmente entre los aliados occidentales de Estados Unidos.
Sin embargo, Egipto y Qatar, que han actuado como mediadores clave durante toda la guerra, advirtieron que ciertos puntos del acuerdo aún requieren mayor negociación. Aunque no ofrecieron detalles específicos, fuentes diplomáticas sugieren que los aspectos más sensibles incluyen la presencia militar extranjera y la definición del futuro gobierno palestino.
Obstáculos y dudas en el camino
A pesar del avance que representa la aceptación parcial de Hamas, persisten múltiples interrogantes sobre la viabilidad del plan de Trump:
- ¿Quién asumirá el poder en Gaza? La propuesta de un gobierno de transición despierta tensiones internas entre las distintas facciones palestinas.
- ¿Cómo se garantizará la seguridad? Israel insiste en mantener mecanismos de control, mientras que los palestinos reclaman plena autodeterminación.
- ¿Qué papel jugará Estados Unidos? El hecho de que Trump aparezca como mediador principal genera suspicacias, ya que algunos sectores consideran que su enfoque favorece a Israel.
Además, no está claro cómo responderán Washington y Tel Aviv a una aceptación solo parcial, lo que podría generar un estancamiento en lugar de un avance concreto.
El papel de los rehenes en las negociaciones
La promesa de Hamas de liberar a los rehenes restantes es quizá el punto de mayor impacto inmediato del anuncio. Para Israel, la devolución de sus ciudadanos es una prioridad absoluta desde el inicio de la guerra. Para la comunidad internacional, la medida podría abrir un clima de confianza inicial que facilite nuevas conversaciones de paz.
Sin embargo, expertos señalan que este gesto no es suficiente si no se acompaña de un acuerdo integral que garantice tanto la seguridad de Israel como los derechos y la autodeterminación de los palestinos.
Un paso adelante con muchas incógnitas
La aceptación parcial del plan de Trump por parte de Hamas constituye un avance diplomático relevante, pero insuficiente para hablar de un acuerdo definitivo. Mientras el grupo islamista se muestra dispuesto a liberar rehenes y ceder el poder, otros puntos sensibles siguen en discusión y podrían prolongar las tensiones.
Con Israel alineado al plan y mediadores como Egipto y Qatar pidiendo más tiempo, la pelota está en la cancha de Hamas y de la comunidad internacional. La clave será determinar si esta aceptación parcial abre la puerta a un proceso de paz real o si, por el contrario, las discrepancias provocan un nuevo bloqueo diplomático.
En medio de la presión de Donald Trump y la expectativa global, el futuro de Gaza y la posibilidad de poner fin a la guerra dependen de si las partes logran transformar esta frágil apertura en un acuerdo justo, viable y duradero.


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