En Gaza, el silencio de las bombas no trajo alivio. Desde el alto el fuego del 10 de octubre, solo el 10% de los medicamentos necesarios ha llegado a los hospitales del enclave, según denunció Munir al Barsh, director general del Ministerio de Salud palestino.
Las cifras reflejan una tragedia humanitaria que se profundiza. Analgésicos, antibióticos y sedantes —vitales para atender a los miles de heridos— son ahora bienes de lujo que solo el sector privado puede ofrecer a precios imposibles para la mayoría de las familias gazatíes.
La salud bajo asedio: hospitales sin insumos
Al Barsh señaló que Israel ha limitado la entrada de camiones con medicamentos, permitiendo apenas 60 cargamentos desde el inicio de la tregua. Pese a las promesas de apertura humanitaria, los suministros médicos siguen agotados y los hospitales funcionan al borde del colapso.
“No hay mejora alguna desde el cese de los combates”, advirtió el funcionario, subrayando que más de 69 mil palestinos han muerto desde que inició la ofensiva israelí en 2023.
La Organización de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa) denunció que las restricciones israelíes impiden la distribución de ayuda vital, dejando a miles de pacientes sin tratamiento.
Farmacias destruidas y medicinas inaccesibles
Según el Ministerio de Salud de Gaza, el ejército israelí destruyó al menos 860 farmacias durante los dos años de conflicto. Esta devastación ha provocado un vacío sanitario que ni las organizaciones internacionales logran cubrir.
En las calles de Rafah y Jan Yunis, el relato se repite: madres buscando insulina para sus hijos, médicos improvisando analgésicos naturales y clínicas funcionando con generadores casi sin combustible.
El costo humano no solo se mide en cifras, sino en la desesperación de quienes, tras sobrevivir a los bombardeos, enfrentan ahora la muerte por falta de atención médica.
Violencia en Cisjordania y ataques a periodistas
Mientras tanto, la tensión se extiende a Cisjordania. En la localidad de Beita, colonos israelíes atacaron a palestinos y periodistas que participaban en la cosecha de aceitunas. Entre los heridos se encuentra Raneen Sawafta, fotógrafa de Reuters, quien fue brutalmente golpeada junto con su equipo, pese a portar chalecos identificados como “Press”.
Reuters exigió una investigación inmediata y la rendición de cuentas de los responsables, mientras la ONU reportó 264 ataques de colonos contra palestinos solo en octubre.
Los límites de la ayuda internacional
En un foro celebrado en Abu Dabi, Anwar Gargash, asesor presidencial de los Emiratos Árabes Unidos, aseguró que su país no participará en una fuerza de estabilización en Gaza ante la falta de un marco claro, aunque seguirá apoyando los esfuerzos políticos y la ayuda humanitaria.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación. Mientras las promesas de paz se diluyen, la realidad médica y social de Gaza revela un enclave al borde del colapso, atrapado entre la diplomacia y la supervivencia.


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