Desde la firma del alto al fuego el 10 de octubre, la franja de Gaza ha registrado 47 incidentes de violación del acuerdo entre Israel y Hamas, según informó el gobierno palestino. Estas hostilidades han dejado un saldo de 38 personas fallecidas y 143 heridas, a pesar de que el cese de operaciones buscaba frenar el conflicto que devastó la región durante años.
El acuerdo de paz fue mediado por Estados Unidos y firmado por ambas partes el 29 de septiembre, incluyendo la liberación de rehenes y la retirada de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) del territorio palestino.
Rehenes y prisiones: un paso hacia la reconciliación
El lunes pasado, los últimos 20 rehenes israelíes con vida en manos de Hamas fueron liberados y repatriados a Israel. En reciprocidad, Israel excarceló a 250 presos palestinos que cumplían cadena perpetua, así como a más de 1,700 habitantes de Gaza detenidos tras el ataque del 7 de octubre de 2023.
No obstante, la tensión continúa: Hamas debe entregar 28 cuerpos de rehenes israelíes que permanecen bajo su custodia. Hasta ahora, solo se han entregado diez, un hecho que refleja la complejidad de la reconciliación en la región y la fragilidad del alto al fuego.
Impacto humanitario en la franja
La crisis humanitaria en Gaza sigue siendo crítica. La combinación de violaciones del alto al fuego, la escasez de alimentos y medicinas, y la destrucción de infraestructura esencial ha dejado a la población vulnerable. Aunque la ONU y otras organizaciones internacionales han intentado enviar ayuda, la inseguridad en las carreteras y los bloqueos limitan significativamente el acceso.
El conflicto ha exacerbado la desnutrición, con hospitales saturados y servicios médicos limitados. La población civil, especialmente niños y ancianos, sigue siendo la más afectada, mientras se intensifican los esfuerzos diplomáticos para mantener la paz.
La importancia del cumplimiento del acuerdo
Expertos en conflictos internacionales destacan que la estabilidad de Gaza depende del cumplimiento estricto del alto al fuego. Cada violación amenaza con reactivar hostilidades y retrasar la reconstrucción del enclave, donde la recuperación económica y social es urgente.
El papel de la mediación internacional, liderada por Estados Unidos y otros actores, es crucial para garantizar la entrega de rehenes, la liberación de prisioneros y la reducción de ataques, asegurando que la población civil pueda reconstruir su vida tras años de guerra.


TE PODRÍA INTERESAR