Una iglesia bajo fuego: dolor, indignación y duelo en Gaza
El jueves, en medio de un conflicto que ha marcado a generaciones, un proyectil israelí impactó en el recinto de la única iglesia católica de la Franja de Gaza, la Iglesia de la Sagrada Familia. El ataque dejó tres personas muertas y diez heridas, incluido su párroco, el reverendo Gabriel Romanelli.
El recinto servía como refugio para cientos de personas, entre ellas ancianos, niños con discapacidad y musulmanes desplazados por casi dos años de guerra. La tragedia no solo sacudió a la comunidad cristiana de Gaza, sino que también generó una ola de condena internacional.
La comunidad cristiana en Gaza: resistencia en minoría
Con apenas mil cristianos en Gaza, la mayoría greco-ortodoxos, la población católica representa una minoría aún más pequeña en una región mayoritariamente musulmana. A lo largo del conflicto, han buscado cobijo en el templo, que por siglos ha simbolizado paz, compasión y resguardo.
El bombardeo de este sitio sagrado representa, según líderes religiosos, una violación grave al derecho internacional humanitario y a la dignidad humana. “Atacar un refugio de fe y paz es una acción brutal e injustificada”, expresó con voz temblorosa Shady Abu Dawood, cuya madre resultó herida.
El mensaje del Papa León XIV: paz como única vía posible
El Papa León XIV, sucesor del fallecido Papa Francisco, no tardó en pronunciarse. En un telegrama enviado desde el Vaticano, pidió un “cese inmediato de hostilidades” y expresó su profunda tristeza por la muerte de inocentes. “Es momento de reconciliación, no de más sangre”, escribió.
León XIV destacó su cercanía espiritual con el padre Romanelli y la comunidad parroquial, y renovó su llamado al respeto de los sitios religiosos como espacios de protección durante la guerra.
Donald Trump exige respuestas: llamada directa a Netanyahu
Desde Washington, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, expresó su “frustración e indignación” al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a través de una llamada telefónica. La Casa Blanca confirmó la conversación, en la que Trump subrayó su preocupación por el impacto del ataque en la opinión pública global.
Netanyahu respondió con un comunicado en el que lamentó lo sucedido, asegurando que el impacto fue un “error” de una operación militar en la zona. “Lo investigaremos a fondo”, prometió.
Una historia de dolor en medio de la devastación
Fadel Naem, director del Hospital Al-Ahli, recibió a los heridos tras el ataque. Entre los fallecidos se encontraban un conserje de 60 años de la parroquia y una mujer de 84 años que recibía apoyo psicosocial de Caritas Jerusalén dentro de una carpa instalada en la iglesia.
El recinto, que albergaba a unas 600 personas desplazadas, incluidas 54 con discapacidades, quedó gravemente dañado. Según la Iglesia greco-ortodoxa de Jerusalén, es la segunda vez en este conflicto que un sitio sagrado cristiano es blanco del fuego israelí.
La versión del Ejército israelí y la escalada militar
El Ejército de Israel afirmó en un comunicado que el impacto fue causado por fragmentos de un proyectil disparado durante una operación. Aseguraron que su doctrina militar evita deliberadamente atacar objetivos civiles o religiosos y que “lamentan cualquier daño no intencionado”.
Sin embargo, los hechos contradicen la narrativa oficial. En solo 24 horas, el Ministerio de Salud de Gaza reportó la llegada de 94 cuerpos y 367 heridos por ataques israelíes, incluidas víctimas de bombardeos sobre dos escuelas-refugio en Al-Bureij.
El eco del Papa Francisco: un legado de compasión
Durante sus últimos 18 meses de vida, el Papa Francisco mantuvo contacto regular con el padre Romanelli. Fue un defensor incansable de la paz, incluso en medio de duras críticas a la conducta de Israel en la guerra.
Su voz resuena ahora con más fuerza, como símbolo de una Iglesia comprometida con los inocentes. La destrucción de un templo que él consideraba “puerta de misericordia” en Gaza parece sellar con fuego una etapa de su legado.
Líderes mundiales exigen un alto al fuego
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, condenó el ataque y responsabilizó directamente a Israel. “Los ataques a civiles han dejado de ser accidentales. Son inaceptables”, afirmó.
El llamado a un cese al fuego no solo viene de líderes políticos o religiosos. Naciones Unidas, ONGs, médicos y activistas han denunciado reiteradamente la falta de protección a la población civil. En las zonas más densamente pobladas de Gaza, ningún lugar es seguro.
El estancamiento del diálogo: esperanza frágil
Las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás se han mantenido en punto muerto. Aunque Israel mostró supuesta “flexibilidad” en el Corredor de Morag y otras demandas, la liberación de prisioneros y el fin total de la ofensiva siguen siendo obstáculos insalvables.
Un funcionario israelí, bajo anonimato, admitió que “hay señales de optimismo”, pero ningún acuerdo parece inminente. Mientras tanto, el conteo de muertos palestinos supera los 58,600 según las autoridades de Gaza, más de la mitad mujeres y niños.
La fe bajo fuego y la urgencia de la paz
El ataque a la Iglesia de la Sagrada Familia ha revelado una vez más que la guerra no distingue templos, edades ni credos. La fe ha sido víctima colateral de una guerra sin fin, pero también se ha erguido como un testigo de la resiliencia humana.
Las palabras del Papa León XIV resuenan en este escenario oscuro: “Solo el diálogo puede reconstruir lo que las bombas han destruido”. El mundo observa. La historia juzgará.
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