La madrugada en Karachi, Pakistán, comenzó con un leve movimiento sísmico. Sin embargo, lo que parecía solo un susto natural se convirtió en una de las fugas carcelarias más grandes de la historia del país. La prisión de Malir, ubicada en la ciudad sureña, fue escenario de un caos inesperado cuando 216 reclusos aprovecharon la confusión generada por el sismo para escapar.
El terremoto como detonante
Los movimientos telúricos registrados, con magnitudes entre 2.6 y 3.4, provocaron que las autoridades penitenciarias actuaran con rapidez, evacuando a los internos de sus celdas como medida preventiva. Fue entonces, en medio de esa reubicación temporal, cuando un grupo de presos armó el plan perfecto para huir.
Los informes oficiales indican que un grupo de reclusos atacó a los guardias, les arrebató sus armas, abrió fuego y desató el pánico. En el tiroteo resultaron heridos tres oficiales, y uno de los presos murió mientras intentaba escapar.
Una fuga sin precedentes en Pakistán
De los 216 fugados, solo 78 han sido recapturados hasta el momento, y las autoridades aseguran que ninguno de los evadidos estaba acusado de terrorismo o delitos graves, al menos por ahora. Sin embargo, el ministro jefe de Sindh, Murad Ali Shah, advirtió que si no se entregan, podrían enfrentar cargos por terrorismo.
Los reclusos se dispersaron hacia zonas residenciales cercanas, y fue gracias a los altavoces de las mezquitas que se alertó a la población. “Fue como si estuviéramos en medio de una película”, relató un residente, aún impactado por la escena.
El operativo de recaptura: una carrera contra el tiempo
Las fuerzas de seguridad desplegaron retenes y operativos en varios puntos de Karachi y pueblos vecinos. El superintendente de la prisión, Arshad Shah, afirmó que la prioridad es evitar que los reos se mezclen con la población y puedan cruzar fronteras internas.
Mientras tanto, la ciudadanía coopera enviando pistas e imágenes captadas por cámaras de seguridad caseras. Se espera que las próximas 48 horas sean cruciales para lograr más recapturas.
Una prisión bajo la lupa
Esta fuga ha encendido las alarmas en el sistema penitenciario pakistaní. Aunque en 2013 los talibanes liberaron a más de 200 reos en un ataque armado en Dera Ismail Khan, las fugas carcelarias no son comunes en Pakistán. Desde entonces, el país había reforzado sus medidas de seguridad.
Ahora, las autoridades enfrentan cuestionamientos sobre los protocolos de evacuación, la preparación del personal y la capacidad de reacción ante emergencias naturales combinadas con riesgos de seguridad.
TE PODRÍA INTERESAR